Pedirle, a estas alturas, a la presidenta Dina Boluarte que realice alguna acción para salvar el poco honor y dignidad que le quedan a ella y a su gestión es una pérdida de tiempo, pero desde aquí haremos el intento.

Señora presidenta, cada minuto que Morgan Quero Gaime pasa como titular del Ministerio de Educación luego de intentar justificar como “una práctica cultural (...) para ejercer una forma de construcción familiar con las jovencitas” las más de 500 agresiones sexuales contra menores Awajún de una residencia estudiantil en Condorcanqui, región Amazonas, es una afrenta para las víctimas de delitos sexuales que se cometen en el Perú.

Quero Gaime, con todos sus grados encima y devenido en un patético defensor de una gestión patética, intentó usar la diversidad cultural de un pueblo autóctono para no solo justificar graves delitos sexuales contra menores sino también para esconder la inacción de su sector y el abandono de los distintos gobiernos a esta parte del Perú.

Ahora el Minedu está en modo control de daños, aduciendo que las palabras de Quero fueron tergiversadas y, cómo ya es usual en la constante estrategia de victimización de esta gestión, culpan a los gobiernos anteriores de los hechos.

Sí, estas denuncias tienen años, pero ningún otro ministro intentó esconder la violencia sexual usando la diversidad cultural.

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