Las condiciones económicas y financieras de un país no se pueden extrapolar a otras. Las tasas de interés responden a los sistemas existentes en el conjunto de la economía a la cual pertenecen. Responden a los principales determinantes de la política monetaria, cambiaria y fiscal, acorde con las metas de desarrollo.
El proyecto de ley que pretende regular las tasas máximas de intereses del sistema financiero se apoya en falsas premisas, al señalar como referentes a Colombia y Chile que tienen una tasa de usura por ley. Los autores del documento de marras no han analizado el contexto en que se dictan estas normativas y sus implicancias.
En Colombia se establece el control de la estructura de tasas del sistema financiero desde finales de 1986. Sin embargo, frente al impacto negativo con relación a los segmentos más vulnerables, el año 2010 se dio una flexibilización reglamentaria o desregularización de las tasas de interés para la cartera de microempresa.
Además, existe BANCOLDEX, Banco de Desarrollo Colombiano para las PYMES no agropecuarias, que otorga líneas de redescuento que llegan fundamentalmente a micro negocios y microempresas. Como si fuera poco, está el Fondo Nacional de Garantías con cobertura de 50% hasta 70% para micro y pequeñas empresas, y actualmente el Ministro de Comercio e Industria anuncia un subsidió de 5% de la tasa para MYPES.
En el caso chileno, la cobertura de productos de crédito de acuerdo al Banco Mundial –Indice de Global Findex, base de datos de 2017 “la inclusión Financiera está en DEBE, el quintil más pobre de Chile no registra avance en 10 años, las barreras de acceso siguen afectando a los sectores con menores ingresos”.
En el caso nuestro, el Microscopio Global de Economist Intelligence Unit, nos ubica en el primer lugar como país con un entorno favorable a la inclusión financiera con 23 puntos por encima del promedio de América Latina y el Caribe. Debemos recordar que en 1995 los intereses superaban el 80% y que a junio de 2002 los créditos MYPE llegaban a 57.33%. Hoy oscilan entre 24% y 28 %. Esto se debe a la mayor oferta financiera, pues en la actualidad existen 70 entidades especializadas en microfinanzas.
Lo que se debe hacer es promover mayor competencia. En el caso particular de tarjetas de crédito, es necesario ampliar la oferta, cerrar brechas digitales e impulsar la educación financiera. ¡NI CALCO NI COPIA!