Terminaron las campañas políticas y se aproxima el tiempo en que los candidatos a la presidencia saquen la cabeza. En tanto, el caso de Keiko Fujimori ha vuelto a abrir las heridas en Fuerza Popular y probablemente genere nuevamente una polarización política.

Las denuncias, acusaciones y ataques contra la lideresa del fujimorismo se han elevado por encima de las mejores señales de sus abogados, militantes y simpatizantes en su lucha para demostrar que Keiko es víctima de una justicia política. Pese a no haber tenido un cargo público en los últimos años, la hija del expresidente Alberto Fujimori ha estado siempre en la palestra política no solo como cabeza de la oposición sino fundamentalmente como lideresa de la bancada mayoritaria, de tal forma que los aciertos y, principalmente, los escándalos y errores se lo atribuyeron a ella. Esto poco a poco destruyó su imagen.

Keiko Fujimori y sus adláteres han sostenido que el último fallo del Poder Judicial no es un acto de justicia y que es una persecución política, por ello anunció que acudirá a instancias internacionales. Las reacciones no demoraron en llegar y hay a favor y en contra. Algunos han incendiado las calles y las redes, pero creemos que lo más importante es respetar la institucionalidad en nuestro país y por ende las decisiones de los jueces.

TAGS RELACIONADOS