En tiempos de transformación digital, los jóvenes talentos, a pesar de tener poca experiencia, son nativos digitales con un potencial asombroso. La generación emergente exhibe una destreza innata con la tecnología, otorgándoles la capacidad de generar valor en toda organización.

Aunque hay un temor palpable, especialmente entre las generaciones mayores, acerca de la sustitución de empleos por la Inteligencia Artificial (IA), mi mensaje es: esta tecnología no reemplazará a las personas, pero solo los debidamente capacitados tomarán la delantera.

En empresas de manufactura, la situación es la misma; no reducirán puestos de trabajo para sustituirlos por herramientas de IA o robótica. Por el contrario, buscarán que su personal se adapte a estas tendencias, aprovechando los beneficios de las herramientas digitales. Aquellos que no decidan cambiar, podrían ser reemplazados por quienes sí están dispuestos a hacerlo.

Según el INEGI de México, la digitalización está transformando rápidamente el mercado laboral en Latinoamérica, con un 70% de empresas implementando tecnologías digitales desde hace dos años. Esto ha generado un aumento del 25% en la demanda de profesionales de TI y especialistas en transformación digital.

Optimismo es la palabra clave. A medida que las generaciones líderes comprenden la necesidad de reinventarse, se abren oportunidades para el crecimiento profesional y organizacional. Es hora de que las empresas peruanas apuesten por el talento local. En esta era digital, no necesitamos buscar fuera; contamos con profesionales y empresas locales listos para destacar en el escenario mundial. El futuro exitoso de toda empresa industrial dependerá del reconocimiento y aprovechamiento del talento peruano como piedra angular.