Cuando era niño todos queríamos ser como el “Cholo” Sotil. Es que su ascenso fue poético. De Ica llegó a los 13 años a Lima, jugó por el Galliard en la Liga del Cercado, luego Municipal lo contrató y campeonó en Segunda División. Jugó el Mundial de México 1970 con la blanquirroja. Años después se fue al Barcelona de España y regresó para Alianza Lima. En los años setenta su imagen fue aprovechada políticamente por el dictador Juan Velasco Alvarado y lo consideraba la “encarnación del hombre nuevo de la revolución”.

Sin embargo, el mejor homenaje se lo dio el extraordinario Nicomedes de Santa Cruz con su célebre “Décimas para un Cholo”. Sus versos eran maravillosos: “En la línea de Campolo/ Villanueva y Tito Drago/ cabe otro maestro y mago/ Hugo Sotil nuestro Cholo/ No shotea como Lolo/ Ni en mitra es un Valeriano/ No quiebra cual Monetallanos/ Ni es un Adelfo Chontril/ Sotil es... como Sotil/ grande en el fútbol peruano” y “Es la perfección del toque/ que domina a su merced/ y en jugadas de pared/ exacto en piques y embroques/ Su dribleo es el disloque/ Su servicio es magistral/ y si en el Municipal/ bien vale por medio equipo/ es peruano prototipo/ dentro del fútbol mundial”.

Uno de los periodistas que más lo conoció a Sotil fue Fernando “Mencho” Jiménez. Ayer me decía que tenía el dribling y la explosión de Messi y Maradona. El exentrenador argentino César Luis Menotti lo comparaba con Romario. El ídolo histórico de Universitario, Lolo Fernández, decía que la mejor delantera de todos los tiempos la conformarían Juan José Muñante, Lolo y Sotil. El eterno Roberto Chale me contaba que era macho, lo revantaban a patadas y él se levantaba, se limpiaba el short y seguía gambeteando.

Y no solo lo querían en el Perú, también lo idolatraban en España. En el libro el “Túnel del Tiempo” de Fernando Jiménez, Sotil contaba que el cantante Julio Iglesias le agarró las piernas una vez. “Qué ricas cachas (piernas) tienes Cholo”, le dijo. “Yo sabía que el hombre era mujeriego y dije ‘epa, ¿qué pasa? ¿se volvió maricón? Pero solo era una broma, jajajaja, buena gente Julio”.

Ayer, Sotil voló más alto que nunca. Aquí nos deja todos sus recuerdos. De esos tiempos que Perú era potencia mundial en el fútbol. De esos tiempos en el que nos dio la última Copa América, hace casi 50 años. Gracias por todo Cholo.