El tardío reconocimiento, pese a que era más que obvio, de que el país se encuentra en recesión por parte del ministro de Economía, Alex Contreras, hace que nos preguntemos qué otras cosas se han negado a reconocer y qué se está realizando desde el Poder Ejecutivo para hacer frente a la agudización de la crisis económica que venimos padeciendo desde hace meses.
De nada sirven los millones que los distintos titulares de cartera anuncian para tal o cual obra o medidas de prevención porque, además de la crisis tenemos un Fenómeno El Niño golpeando al país, si no hay una política económica que sea coherente con la grave situación en la que nos encontramos.
Otro problema es que, dada la inestabilidad que ocasionan el Congreso y el mismo Ejecutivo, el sector privado se muestra temeroso para realizar nuevas inversiones.
Sumando todo lo reseñado, tenemos el caldo de cultivo perfecto para que todo estalle con la mínima chispa y por eso urge que se encuentre una salida que dé estabilidad al país. Que el Congreso -y los congresistas- dejen de legislar para ellos y sus intereses, que la presidenta y el Ejecutivo definan sus prioridades y ambos poderes, respaldados por el sistema judicial, recuperen el orden que nos permitía ser caóticos, pero dando seguridad a las inversiones que son las que mueven la economía.
