En la edición piurana de Correo hemos venido publicando, desde hace varios años, los graves casos de corrupción que han implicado a sucesivas autoridades de la Universidad Nacional de Piura (UNP), que a la larga no han hecho más que perjudicar a miles de jóvenes que buscan estudiar en las mejores condiciones para egresar como profesionales de nivel que puedan competir de igual a igual con colegas del Perú y el exterior.
Por eso, en este diario no nos sorprenden las indignantes imágenes mostradas el domingo por Cuarto Poder, en las que se ve en su oficina alterna al actual rector, Santos Montaño Roalcaba, recibiendo plata de un proveedor al que le dice que de ahora en adelanten no quiere intermediarios, sino que el trato será directo. Las imágenes hablan por sí solas y el Ministerio Público tendría que actuar de inmediato.
Ayer un grupo de estudiantes de la UNP ha protestado en uno de los patios de esa casa de estudios y no les falta razón, pues no merecen tener autoridades que en lugar de usar los recursos para tener una universidad moderna, competitiva y con los mejores docentes del medio, se dedican a recibir presuntas coimas que van a parar a sus bolsillos, tal como se ve en el video grabado el año pasado.
No hay que olvidar que tiempo atrás el mismo Montaño Roalcaba se jactaba, a través de un audio, que tenía influencias en el nombramiento de autoridades de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu). ¿Será cierto? ¿Qué dice esta institución al respecto?