En los últimos meses, por no decir desde que inició la gestión, el Poder Legislativo ha sido más reactivo que estratégico y eso se ve en su accionar y su producción.

Además, hay congresistas seriamente cuestionados, otros que están comprendidos en investigaciones fiscales por, según el Ministerio Público, formar parte de una organización criminal, uno está suspendido tras haber sido denunciado por violación sexual de una trabajadora de su despacho y no olvidemos el caso del parlamentario que ocupa su curul gracias a una variación de prisión domiciliaria a comparecencia con restricciones.

El Parlamento necesita dejar de reaccionar y empezar a trabajar de manera articulada, así sean de bancadas opositoras, para que empiecen a realizar acciones que levanten su alicaída imagen.

Aunque tardía, la decisión de la Comisión de Ética de suspender a los legisladores Elvis Vergara y Jorge Flores Ancachi (Acción Popular) por 120 días parece indicar que este es el inicio de una autorregulación y ajustes en el Parlamento.

Va a ser difícil que los legisladores se pongan de acuerdo, por eso fueron elegidos para representar al país por distintos partidos, pero en la discrepancia deben trabajar en el marco de la ley y no legislar para ellos sino para el país.

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