Vergüenza nacionalista
Vergüenza nacionalista

Resulta muy vergonzoso y sintomático que los miembros de la bancada nacionalista de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso hayan sacado cuerpo, tal como informamos ayer en Correo, para no condenar la violenta represión que aplica el brutal régimen de Nicolás Maduro contra los opositores, y que solo ante la presión hayan emitido horas después un tibio pronunciamiento.

Indico al inicio de esta columna que es una vergüenza, porque el nacionalismo pretende tapar el sol con un dedo sobre lo que sucede en Venezuela, alejándose así de toda noción de libertad y democracia, palabras con las que llenan sus bocas cuando hablan para rasgarse las vestiduras y condenar al fujimorismo con sus inaceptables posturas de los años 90.

Y señalo que también es sintomático porque ese silencio nos hace recordar el nunca negado apoyo que el humalismo habría recibido del chavismo en la campaña del 2006 y, posteriormente, a través de dineros enviados a las cuentas de Nadine Heredia por "trabajos periodísticos" nunca efectuados. Quizá crean que con su tibio comunicado de ayer, diferente al de la oposición, van a quedar bien con Dios y con el diablo.

Ha sido lamentable ver el lunes a los congresistas oficialistas Daniel Abugattás y Roberto Angulo (célebre por decir que los tres niños fallecidos por los alimentos del Pronaa en la gestión de "Mocha" García Naranjo no eran nada frente a los 69 que mueren de frío al año) defendiendo a Venezuela descaradamente, y afirmando que una condena sería meterse en asuntos internos de otros países. Entonces que Maduro mate nomás a los opositores en la calle, ¿no?

Ante los sucesos de Venezuela, el humalismo tenía la gran oportunidad de dejar muy clara una postura en defensa de la libertad y la democracia en la región, y de lavarse la cara ante las acusaciones de que el apoyo de Hugo Chávez en la campaña del 2006 y, en los años posteriores, no solo fue de tipo moral. Sin embargo, nada de eso ha pasado. Que después no se quejen los oficialistas cuando los acusen de chavistas y de estar esperando el momento para quitarse la careta.