La aplastante victoria del Partido Conservador, con 365 escaños frente a 203 de los laboristas en las recientes elecciones en el Reino Unido, que ha confirmado a Boris Johnson como primer ministro, allana el camino para que el país abandone definitivamente la Unión Europea. Lo insólito de la alta votación conseguida por los conservadores con Johnson a la cabeza es haber logrado que se haga realidad el denominado Brexit, o salida del mayor bloque con que ha contado el Viejo Continente a lo largo de su historia del siglo XX y lo que va del XXI. Ahora, entonces, quedan muy pocas posibilidades para creer lo contrario. En efecto, desde que en junio del 2016 el referéndum mayoritariamente lo aprobó, la agenda política del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte –ese es su nombre oficial- ha estado determinada de manera dominante por el asunto del Brexit y hasta ocasionó que dos primeros ministros renunciaran en el camino: David Cameron y Theresa May. Los denominados euroescépticos británicos han terminado inclinándose por el excéntrico político conservador antes que por el desgastado y flemático Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista. Pero el robustecimiento político del exalcalde de Londres no debe distraernos de una segunda consecuencia que ha dejado la elección de ayer, donde el Partido Nacional Escocés ha conseguido dominar la elección en Escocia, logrando un mayor número de escaños en el Parlamento: 50, es decir, 15 más que la elección anterior, creando las condiciones para el ansiado referéndum en el norte del reino que haga realidad la histórica aspiración independentista escocesa que recuerda a la figura de William Wallace, emblemático rebelde personaje de su lucha liberadora graficado en la película “Corazón valiente” de Mel Gibson, estrenada en 1995. No creo que la prosperidad de un proceso separatista escocés sea del agrado de Boris Johnson. Este será un asunto con el que deberá lidiar Johnson, pues se avizora una inexorable colisión con Londres dado que los escoceses, además, no han ocultado su desacuerdo con el Brexit.

TAGS RELACIONADOS