Las autoridades deberían estar muy atentas con la expremier y actual congresista Betssy Chávez, quien ha sido implicada en el golpe de Estado de Pedro Castillo y en las últimas horas ha solicitado el retiro de la custodia policial que le corresponde como exministra y legisladora, algo que también hizo Juan Silva antes de escaparse y pasar a la clandestinidad para no responder por los cargos de corrupción que se le imputan.

Ya Migraciones ha emitido una alerta en contra de Chávez. Sucedió luego que se aprobó en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso, un informe que la involucra por completo en el quiebre de la legalidad dado por Castillo el 7 de diciembre último. En la noche del jueves se conoció a través del propio ministro del Interior, Vicente Romero, que la legisladora pidió ya no ser custodiada por la Policía Nacional.

Chávez ha dicho que no piensa escaparse. Sin embargo, recordemos que lo mismo decía el impresentable de Silva antes de hacerse humo. Igual era Castillo, quien se la daba de muy firme y “valiente” en sus discursos. Al final lo vimos corriendo para asilarse en la Embajada de México a fin de evitar la cárcel luego de dar el golpe de Estado que no tuvo éxito simplemente porque nadie le hizo caso ante evidente pateadura a la legalidad.

Hace tres días en Correo Lima pusimos en portada el titular “Que no se fuguen”, con la foto de Chávez y el exministro castillista Roberto Sánchez, otro de los implicados en el golpe. Todos han sido alertados, así que luego no vengan a tirarse la pelota entre la Policía, el Ministerio Público y el Congreso, con que no sabían nada y que por eso se produjo una nueva fuga. Lo vimos en los casos de Silva, de Bruno Pacheco y del sobrinísimo Fray Vásquez.

A Chávez la hemos visto en un demoledor video en que se le nota haciendo todas las coordinaciones para el mensaje golpista de Castillo. Evidencias en su contra hay de sobra, por lo que ella no debería fugarse a fin de que afronte, como debe ser, las investigaciones y el eventual proceso judicial que se le inicie. Eso de que es una “perseguida política” o “objeto de una venganza”, que se lo crean en Perú Libre o en el Bloque Magisterial. Ya no estamos para esos cuentos.

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