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Riesgo colectivo. Más del 50% de las viviendas limeñas poseen cables eléctricos que superan los 20 años de antigüedad, estimó Carlos Cáceres, especialista de la Dirección General de Eficiencia Energética del .

La falta de mantenimiento o cambio de estos conductores, advirtió, los hace vulnerables a cortocircuitos y, en consecuencia, podrían ser provocar incendios.

TIEMPO DE VIDA. Según Cáceres, el cableado de una vivienda tiene, en promedio, una vida útil de 20 años. Sin embargo, este tiempo podría variar por ciertas condiciones.

“Si cumple con los estándares de seguridad y no es sobrecargado, ese periodo es razonable. Si sucede todo lo contrario, el tiempo se reduce a diez años”, explicó.

Asimismo, alertó que los elementos de protección, como los interruptores, tampoco son renovados. “Una vez que se instala el sistema eléctrico, las familias suelen acordarse de su estado cuando empieza a fallar. No existe un hábito de mantenimiento”, agregó.

Más riesgo. Por otro lado, el experto manifestó que en la zona periurbana la mayoría de las viviendas son autoconstruidas y, por lo general, no respetan el código eléctrico. “Tienden a colocar conductores precarios y sin la asesoría de un técnico”, dijo.

En tanto, el jefe de las Unidades Especiales del Cuerpo de Bomberos del Callao, Pablo Nangles, añadió que la informalidad existente en estos hogares causa la mayoría de incendios en la actualidad.

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