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Mañana sangrienta. Un estibador que caminaba por una de las calles del Callao fue abatido de veintidós balazos, cerca al Terminal Marítimo donde laboraba.
El crimen se registró ayer en la mañana, cuando Marino Velásquez García (42) iba por la avenida Dos de Mayo. De pronto fue interceptado por un joven que empezó a dispararle con una ametralladora mini-Uzi.
Los disparos alarmaron a los vecinos, quienes debieron refugiarse en sus viviendas a fin de no ser alcanzados por las balas.
El remate. “El señor corrió y dobló en el jirón Miró Quesada donde cayó al piso mal herido. Ahí lo remató el sicario”, detalló un testigo.
El asesino escapó con total sangre fría en una moto lineal que era conducida por otro sujeto.
Un anciano, identificado como Abel Quezada Castillo (69), que pasaba por el lugar de la balacera, fue herido por un disparo en la pierna izquierda.
El cuerpo de Velásquez, quien vestía un uniforme naranja y casco del mismo color, fue trasladado a la morgue del Callao.
La Policía presume que el móvil del crimen sea un ajuste de cuentas vinculado al narcotráfico, aunque no descartaron que tenga que ver con las disputas por el cobro de cupos en el puerto.
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