Contaminación sonora: Ruidos devoran Lima
Contaminación sonora: Ruidos devoran Lima

Once de la noche. Una congregación religiosa reunida ante unos parlantes en un lugar de Lima. El pastor habla sin cesar, los vecinos de la zona no pueden dormir. En otro punto de la ciudad, decenas de personas están atormentadas en sus casas por la música estridente que se filtra de al lado. Amanece y se oye el sonido de un taladro de una construcción cercana. Lima es devorada así por el ruido.

Esta es parte de la contaminación sonora que padece la población. Tiene diversas formas, pero el denominador común es que puede dañar a las personas física y psicológicamente.

Supervisión. Los municipios tienen la responsabilidad de fiscalizar y controlar los ruidos molestos generados dentro de su jurisdicción, recuerda Diana Vargas, de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Lima.

¿Pero los distritos cumplen con su labor de supervisión en el tema de contaminación sonora?

Según el , solo 7 de los 49 distritos de Lima y el Callao tienen un diagnóstico de calidad ambiental por emisiones de ruidos, instrumentos de gestión (ordenanzas) y de medición (sonómetro) para identificar, prevenir, controlar y sancionar la contaminación sonora.

También acreditaron realizar fiscalización ambiental (evaluación, supervisión y sanción) en esta materia. (Ver infografía)

Once distritos de Lima cuentan con sonómetros y realizan acciones de fiscalización ambiental ante denuncias por emisión de ruidos molestos. Sin embargo, estos no son realizados en base a un programa ambiental.

En tanto, ocho comunas cuentan con sonómetro, pero no los utilizan porque no están calibrados o no cuentan con personal capacitado para manejarlos.

El OEFA indica que solo el 14% de los municipios cumple correctamente con su labor de fiscalizar los casos de contaminación sonora, el 22% cumple medianamente su labor y el 64% no la cumple.

Cifras. Durante 2015, el Servicio de Información Nacional de Denuncias Ambientales (Sinada) registró 65 denuncias por ruidos molestos en la capital y en lo que va del año -al 26 de abril- se reportaron 24 denuncias.

El 49% está relacionado a actividades comerciales (discotecas, talleres de mecánica, gimnasios). La segunda actividad que generó denuncias es la industrial (19% textilerías, madereras, empresas de plástico y caucho).

La también maneja su propia data. Según sus reportes, en todo 2015 y hasta la actualidad, han recibido 85 quejas por contaminación sonora.

Por ejemplo, en el Cercado de Lima, los vecinos se sienten fastidiados por el ruido ocasionado a raíz de las obras viales o de los negocios ubicados en el Jirón de la Unión.

El 70% de distritos tiene quejas por los ruidos generados por obras de construcción de predios. Las casas de oración (Ate y Villa María del Triunfo), la crianza de gallos de pelea (San Miguel y Surco), los espectáculos en plena vía pública (Chosica, La Victoria, Comas, Puente Piedra, Carabayllo, Pueblo Libre, La Perla) también ocasionan ruidos molestos.

Acciones. En Barranco, los problemas de contaminación sonora son producidos por locales de diversión (discotecas) y por los mototaxis. El año pasado, la comuna sancionó con multas de hasta el 100% de la UIT a más de 15 de estos negocios por exceder el límite máximo de decibeles permitidos (50 dB).

Los conductores de mototaxis también han sido multados por generar ruidos molestos al circular, como una especie de “discoteca andante”, cerca de los mercados.

“No temo enfrentarme a los empresarios (de los negocios de diversión) a fin de preservar el ornato del distrito”, explicó el alcalde de Barranco, Antonio Mezarina.

La comuna de San Borja ha impuesto, desde 2015 a la fecha, 123 multas por ruidos molestos, en su mayoría, ocasionados por vecinos que organizan reuniones sociales dentro de sus viviendas (S/1155.00).

También ha multado por el bullicio debido al uso de sistemas de alarmas (en viviendas y vehículos) con S/1155; por causar ruidos molestos por el empleo de equipos de aire, ventilación y bomba de agua en casas o negocios (S/770).

San Isidro ha recepcionado más de 500 reclamos por ruido molesto (celebraciones privadas, refacciones, obras de construcción, funcionamiento de equipos electromecánicos).

En Miraflores se atendieron 160 quejas por ruido, de las cuales 15 fueron de locales de diversión nocturna, 8 por construcciones, 14 por ruido de bocinas y alarmas vehiculares, y 123 por ruidos de locales comerciales (aires acondicionados, bombas de agua). En total, se impusieron multas por un valor de S/250,000.

DATO

En su lucha Jesús María y La Molina

La comuna de Jesús María ha intervenido en los casos de ruidos por alarma de local (230), por alarma de vehículos (159), por animales (78), por labores de construcción y afines (561) y por música (1061).

La Molina, en el periodo 2015-2016, atendió 363 casos relacionados a quejas por ruidos molestos en el distrito, principalmente vinculados a la realización de fiestas y eventos afines.