Texto: Karina Valencia y Gabriel Mazzei
¿Fallido? El Ministerio de Salud (Minsa) presentó en noviembre de 2020 un plan de preparación y respuesta frente a la posible segunda ola del COVID-19, cuyas proyecciones de contagios y decesos distan de la realidad con el impacto creciente y sostenido que ha mostrado la pandemia en las últimas semanas.
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El documento también contenía propuestas para reducir el contagio con acciones que no fueron totalmente implementadas por el sector en este tiempo, según diversos expertos.
Al respecto, especialistas consultados este diario analizaron la propuesta del Minsa y plantean recomendaciones al Gobierno para reducir la curva de la pandemia.
PROYECTO. El 9 de noviembre del año pasado, el Minsa publicó la resolución ministerial No. 928-2020-MINSA, a través de la cual aprobaba el documento técnico respecto al plan “de preparación y respuesta ante la posible segunda ola pandémica por COVID-19”.
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En el documento, el portafolio contemplaba tres escenarios de riesgo frente a la pandemia: leve, más probable y peor. Ello, sin tomar en cuenta el efecto que tendría la llegada a nuestro país de una variante del virus ni posibles reinfecciones.
En todas estas categorías, se señalaba que alrededor de 8 millones 113 mil personas faltarían infectarse “para alcanzar la inmunidad de rebaño”.
No obstante, en el nivel más crítico se pronosticaba que la demanda de pacientes que podrían requerir una cama en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) sería de 39,569; mientras que las víctimas mortales en la segunda ola -que está en su etapa inicial- serían de 19,785″.
No obstante, a la fecha ya se ha reportado el desborde del sistema de salud en diversas regiones del país, incluida la capital.
Frente al avance de la pandemia, el Sector Salud planteó “alternativas de solución” para reducir el impacto de la segunda ola. Sin embargo, la mayoría de estas propuestas muestran escasos o nulos avances a dos meses de ser propuestos.
Entre estas medidas, se encuentran la vacunación de la población de alto riesgo (antivirus que aún no llega), el diagnóstico oportuno de COVID-19 a través de la red nacional de laboratorios, la captación y seguimiento de casos confirmados mediante un sistema único e integrado; así como la designación de voceros nacionales, regionales y locales “autorizados y capacitados” para brindar mensajes a la población sobre el virus.
Asimismo, se contempló que los establecimientos de salud en los tres niveles de atención cuenten “con personal competente, suministros clínicos, infraestructura y equipamiento para la atención de pacientes COVID-19 y no COVID-19”. Muy poco se habría avanzado en este último punto.
VOCES. Al respecto, el infectólogo Julio Cachay consideró que el documento del Minsa debe ser actualizado en base a la nueva información recopilada en los últimos dos meses, respecto a las mutaciones identificadas en diversos países y de aquella variante que mostraría evasión inmune incluso en pacientes que ya habían superado la enfermedad.
“La realidad es dinámica, cambiante. Frente a eso, la actitud que se tiene que tomar es esa. Reestructurar, reorientar. Obviamente, en los tiempos oportunos y, de esa manera, tener una mejor perspectiva”, dijo a Correo.
En ese sentido, indicó que los constantes cambios de los factores en la pandemia, sobre todo vinculadas el virus, “desfigura lo que se pudo haber contemplado (inicialmente con otros parámetros”: “Es fácil en el escritorio armar una proyección estadística probable. Pero luego la realidad nos da en la cara. De acá a una semana o un mes, el escenario es otro”.
Sobre del impacto de la segunda ola del COVID-19 en el Perú, señaló que el Gobierno debe acelerar la llegada de las vacunas al país o contemplar el retorno a una cuarentena amplia en el territorio nacional como la que se vio entre abril y mayo del año pasado. Una decisión de este tipo, advirtió, se debe tomar “es estos días” y no en las próximas semanas por el aumento diario en los reportes de contagios y decesos.
CAMBIO. Para el médico infectólogo de la Universidad Cayetano Heredia Ciro Maguiña, el enfoque del gobierno para contener la segunda ola del COVID-19 debe priorizar la salud antes que la economía, pese al incremento de los casos positivos en el país.
Sin embargo, descartó una cuarentena generalizada, tal como ocurrió durante los primeros meses de la pandemia.
“En estos momentos, vemos a un gobierno con mayor predominio en la economía que en la salud. No se trata de encerrarnos a todos nuevamente. Pero viendo el incremento de los casos positivos, se puede volver de la fase 4 a la 3 de la reactivación económica. Una economía que cierre algunos focos de contagio que pueden ser innecesarios como los cines o los teatros”, dijo Maguiña a Correo.
Sobre el Plan del Minsa para contener la segunda ola, el infectólogo planteó “que no se puede seguir con las mismas ideas”.
“Por ejemplo, es necesario reforzar el plan comunicacional, poniendo a líderes de opinión que enfaticen en la necesidad de acatar las medidas sanitarias porque las vacunas para la población, que no está en primera línea, llegarán en setiembre u octubre”, aseguró.
De otro lado, Alicia Abanto, adjunta para la administración estatal de la Defensoría del Pueblo, exhortó a las autoridades a dictar medidas focalizadas en el país ante el avance de la segunda ola por el nuevo coronavirus. Sostuvo que el gobierno nacional, regional y local deben “actuar con criterio uniforme” respecto a la pandemia.
En TVPerú, propuso que se tomen medidas “bien fundamentadas” en base a indicadores sanitarios, sociales y económicos de acuerdo a la realidad de cada jurisdicción.