Veintinueve años después de la beatificación de Sor Ana de los Ángeles Monteagudo, por el Papa Juan Pablo II, la devoción por la "santa" arequipeña crece en Arequipa y en todo el Perú.

Cada 10 de enero los arequipeños celebran la festividad en su honor, conocedores de que a lo largo de su vida cultivó muchas virtudes, en especial su enorme fe religiosa.

Poseía dones extraordinarios como: la profecía, la piedad y sobre todo la caridad.

Por ese motivo, ayer se ofició una misa de fiesta a cargo del arzobispo de Arequipa, Javier del Río Alba. Por la tarde, se realizó la tradicional procesión que recorrió numerosas calles del centro histórico.

VIDA. Ana Monteagudo Ponce de León, bautizada para la vida religiosa como Sor Ana de los Ángeles Monteagudo, nació en Arequipa el 26 de julio de 1602 o 1604, no se sabe con exactitud la fecha de su nacimiento, porque su partida de bautismo se perdió durante un incendio en la Iglesia mayor de Arequipa en 1620.

Fue hija del español Sebastián Monteagudo de la Jara, y de la arequipeña Francisca Ponce de León. A los tres años fue entregada a las monjas del Monasterio de Santa Catalina de la Orden Dominicana para ser educada e instruida.

Cuando tenía aproximadamente 14 años de edad, mientras meditaba en su aposento, se le apareció Santa Catalina de Siena, quien le hizo saber de parte de Dios, que había sido elegida para entrar en el estado religioso, vistiendo el hábito dominicano.

Los últimos diez años de su vida sufrió constantes enfermedades, en esas circunstancias vino a ser para todas las monjas del monasterio un constante modelo de paciencia y aceptación de la voluntad de Dios.

Muere el 10 de enero de 1686 a las siete de la mañana con fama de santa. Su cuerpo quedó en buen estado, flexible, con el rostro sereno y después de 34 horas de su muerte, al sepultar su cuerpo con el movimiento, salió sangre fresca y roja, recogida como reliquia.

BEATIFICACIÓN. La causa de su santificación empezó el 16 de julio de 1686, seis meses después de su muerte.

Las religiosas catalinas presentaron una petición de santificación por la cantidad de milagros que se le atribuían.

El 5 de Febrero de 1981 S.S. Juan Pablo II da por válido el milagro atribuido a Sor Ana de los Ángeles, obrado en favor de la señora María Vera de Jarrín, de un gravísimo e incurable tumor canceroso en el útero y en tercer grado, quedando expedito el camino para la beatificación.

En la visita que realizó el papa Juan Pablo II al Perú en 1985, visitó también Arequipa. Ocasión que sirvió para la ceremonia de beatificación de Sor Ana de los Ángeles Monteagudo el 2 de febrero de 1985.

Su santidad calificó como 'luminosa' la vida de Sor Ana, una mujer que vivió para dedicarse a la contemplación y al servicio de Dios.

29 años han transcurrido desde su beatificación por el Papa Juan Pablo II.

TESTIMONIO. Claudia Vázquez recibió una gracia de la beata, al ser curada de cáncer, una medalla, una estampita y mucha devoción la salvaron.

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