Dañan patrimonio arqueológico

Los restos de la cultura chinchana cada día son borrados del mapa por un descuido latente de las autoridades. Empresas ladrilleras, empresarios que necesitan más tierras fértiles para sus cosechas agrícolas, autoridades que depredan huacas para realizar obras civiles, la migración e invasión de personas que habitan sobre los monumentos arqueológicos, contribuyen a una lenta destrucción del patrimonio arqueológico.

La Ley Orgánica de Municipalidades, en su artículo 82°, inciso 12, dice que es tarea de los alcaldes "promover la protección y difusión del patrimonio cultural de la nación, dentro de su jurisdicción, y la defensa y conservación de los monumentos arqueológicos, históricos y artísticos, colaborando con los organismos regionales y nacionales competentes para su identificación, registro, control, conservación y restauración", sin embargo Carlos Grimaldi Moyano ha permitido que se avance con el borrón y cuenta nueva de la histórica huaca.

La huaca "La Cumbe" se localiza en Sunampe y formó parte de las tres grandes concentraciones urbanas de la Cultura Chincha, que se ubican estratégicamente al lado de huaca La Centinela y Tambo de Mora, como también de los complejos de San Pedro y Ranchería y del extenso complejo Las Huacas.

Fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación con la Resolución Directoral Nacional N°309/INC-2003 por el INC, hoy Ministerio de Cultura.

El lugar afectado corresponde a un cementerio tardío investigado en 1924 por Max Uhle, en el que halló cientos de tumbas saqueadas a inicios del periodo colonial, y Wallace (en 1971), quien identificó que los muros de las cámaras funerarias fueron elaborados con tapia.

Por el valor que este lugar representa, en la inspección del gobernador distrital Armando Alcalá Martínez, por interés del arqueólogo Luis Huertas Escate, confirman la destrucción.

Hoy se puede apreciar la colocación del sistema de riego por goteo en gran parte del área de la huaca "La Cumbe", acción seguida por la mano del hombre sin importar que durante el trabajo de arado de la tierra se pudo observar material cultural como fragmentos de cerámica, textiles y entierros disturbados moluscos, ceniza.

Este acto corresponde a un desesperado avance de zonas agrícolas de grandes empresarios ante una pasividad de los gobernantes.