El amor acaba...

CERCADO."El amor acaba, es bueno...no es largo"
No sabemos con exactitud si acaba o no, lo cierto es que las cifras son pavorosas. Hoy se celebra el Día del Adulto Mayor (es decir, un eufemismo para no decir ancianos).
De acuerdo con el Instituto Nacional de Informática y Estadística (INEI) son cerca de 1 millón 764 mil adultos mayores en el país. En Arequipa suman cerca de 84 mil 929. Si seguimos con las cifras, son cerca de 20 mil ancianos (sin eufemismos) que en la actualidad no tienen ninguna forma de protección. Viven al desamparo.

LOS OLVIDADOS. Al escribir estas líneas, escuchamos la canción de Roberto Carlos, "esas tus blancas manos...Mi viejo, mi amigo", qué lejanas y cercanas nos resultan estas palabras, cuando hoy por hoy no queda nada por celebrar, sino mucho por hacer.
Solo para citar, diremos que no menos de 10 mil adultos no jubilados (sastres, obreros, agricultores, y un larguísimo etcétera) hoy por hoy, vienen bregando en las calles, por una pensión, que más suena a limosna mínima de 100 nuevos soles, como indica Manuel Pajares, con 68 años a cuestas, y múltiples achaques, que quieren derrotarlo. Cuando la vida se le escapa a cortas pausas...
MENÚ A 1 SOL. Queríamos hacer un retrato del anciano de hoy, del anciano del mañana, del anciano del futuro, y con pavor nos damos cuenta que este no tiene futuro en nuestra sociedad.
No tiene futuro, porque como Samuel Eliseo, forma su colita (puntual desde las 9 am) frente al Centro de Apoyo Nutricional en la Av. La Paz.
Al promediar las 12.30 horas, todos los días (menos sábados y domingos) recibe su ticket, paga su sol, y almuerza... como casi todos los días. (?)
Es su rutina, como la de tantos cientos y miles de ancianos, cuyos ojos de tanto reclamar, de tanto llorar, se van apagando lentamente. Se les escapa la vida... menos las esperanza de un mañana mejor. ¿Cuál mañana...?
Queríamos un homenaje, pero nos salen estas frías líneas sobre al adulto mayor. Una y mil historias de olvido, y permanente olvido. Sin saber, que igual vamos en el mismo camino. Sin pausa, sin tregua...