Convertir un vehículo a GLP no sólo representa un ahorro significativo en costos de combustible y mantenimiento del motor,  sino que también contribuye a la preservación del medio ambiente.
Convertir un vehículo a GLP no sólo representa un ahorro significativo en costos de combustible y mantenimiento del motor, sino que también contribuye a la preservación del medio ambiente.

Las constantes variaciones e incrementos en el precio de la gasolina, han llevado a una creciente cantidad de usuarios, tanto particulares como comerciales, a convertir sus vehículos a Gas Licuado de Petróleo (GLP). Sin embargo, a pesar de sus múltiples ventajas, aún persisten ciertos mitos que impiden que cada vez más conductores adopten esta opción.

“En nuestro país existen más de 100 talleres autorizados por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, a donde pueden acudir para realizar la conversión de sus vehículos a GLP de forma segura y, además, tienen la oportunidad de recibir toda la información necesaria para un óptimo funcionamiento de su motor, directamente de los expertos”, comenta Alessandra Dentone, Directora Comercial de Solgas, quien destaca algunas de las razones por las cuales el GLP vehicular es una alternativa beneficiosa y accesible:

  • Ahorro en costos combustible: Los usuarios pueden reducir los costos de combustible hasta un 30% en comparación con el diésel de bajo azufre. Este ahorro se refleja en el rendimiento por kilómetro así como el gasto diario y, producto de este beneficio, hoy son más de 650,000 los conductores que han optado por esta alternativa, según la Sociedad Peruana de Gas Licuado (SPGL).
  • Buen desempeño y potencia: A diferencia de lo que se cree, los vehículos convertidos a GLP en un taller autorizado, que garantiza una instalación y ensamblaje adecuados, no presentan ninguna pérdida de potencia y tienen un desempeño confiable, al igual que los de gasolina.
  • Conservación del motor: El GLP puede incluso ayudar a mejorar la conservación del motor, reduciendo la probabilidad de fallas si se mantiene adecuadamente. Además, por ser un combustible más limpio que la gasolina y el diésel, genera menos depósitos de carbono, prolongando así la vida útil del motor.
  • Menos mantenimiento: Dado que este combustible no produce mayores depósitos de carbono o ácido, la afectación a las piezas del motor y sus componentes es también mínima. Por lo tanto, las bujías, válvulas y pistones están más limpios y suaves durante un período de tiempo más prolongado.
  • Cobertura a nivel nacional: Perú cuenta con más 1,600 centros de abastecimiento de GLP a nivel nacional, lo que facilita su distribución y, por ende, la recarga diaria.

“Un factor adicional a todas estas ventajas tangibles para los conductores, es que un vehículo con GLP produce entre 10% y 12% menos emisiones de CO2 que uno con gasolina, por lo que es un combustible que también contribuye a la reducción de huella de carbono y la preservación del medio ambiente. Esto lo convierte en una alternativa ideal para quienes buscan minimizar su impacto en el entorno”, concluye Dentone.

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