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Eran las 2:00 de la mañana del miércoles 15 de marzo, en las habitaciones del Hospital de Apoyo de Huarmey, tres mujeres —quienes recién trajeron una vida al mundo— y dos ancianos tuvieron que ser evacuados de emergencia hasta el techo del nosocomio, salvándose de ser arrasados por uno de los cuatro huaicos que dejó bajo las aguas a la ciudad ancashina.

Ana Quispe, Rojas Leiva, María Ascensios, Gregorio Agüero y José Pérez fueron rescatados por el personal de seguridad del hospital, Arturo Ramos Fernández, quien contó a Correo que esa noche de terror, el agua y lodo ingresaron por las cuatro puertas del hospital que hoy, más de un mes después, continúa inundado. Tanto como estuvo la ciudad durante cinco días.

“Tuvimos que evacuarlas al techo junto con los médicos. Con el pasar del tiempo ya fueron dadas de alta y rescatadas en botes hasta el centro de Salud de La Victoria”, relató Ramos Fernández, quien ayer, 13 días después del huaico, permanecía en la cubierta del inhabitable establecimiento de salud.

EMPANTANADOS. Ramos Fernández, junto a su compañero llevaron al equipo de Correo por un recorrido en las instalaciones del que fue el hospital más importante de la ciudad. Hoy sus pasadizos parecen pantanos, donde los equipos médicos, las camas, las medicinas y demás implementos hospitalarios yacen inutilizados.

En el patio, se observan cuatro ambulancias completamente enlodadas que, según los médicos, esperan ser rescatadas por la maquinaria pesada que a duras penas retira el barro de los alrededores.

“El agua daba hasta el techo, la misma ministra de Salud (Patricia García) llegó a supervisar cómo se encontraba la infraestructura y recorrió todos los ambientes. Estamos esperando que baje el lodo para poder limpiar las instalaciones”, cuenta don Felipe, mientras camina con dificultad por la que era el área de Pediatría.

SIN ATENCIÓN. La grave situación del hospital ha obligado a los habitantes a atenderse en algunos centros de salud de los alrededores, mientras el hospital de campaña que ofreció el Minsa sea instalado.

Se espera que este pueda cubrir sus demandas, pues los casos de infecciones diarreicas han aumentado principalmente en los niños. Además, existe desabastecimiento de medicamentos.

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