Iban a volar muro de penal de Piedras Gordas para fuga de "La Gran Familia"

Al mejor estilo de las películas de mafias, los integrantes en libertad de la banda "La Gran Familia" y "Los Escorpiones de Cajamarca" tenían planeado volar en pedazos los muros del penal Piedras Gordas II para hacer huir a sus líderes ahí recluidos.

Para ello contarían con bombas, cohetes, lanzagranadas, así como modernos fusiles adquiridos en Colombia, según fuentes de la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional.

Una vez adentro y armados hasta los dientes, estos delincuentes también pretendían volar las paredes interiores del pasadizo de los pabellones con potente material explosivo.

SIN ENERGÍA ELÉCTRICA. Todo esto lo iban a hacer amparados en la más absoluta oscuridad, ya que esa cárcel -mal llamada de máxima seguridad- no cuenta con equipos electrógenos de iluminación de emergencia, los cuales están inoperativos desde hace varias semanas.

De esta manera, impedirían el restablecimiento oportuno del fluido eléctrico, lo que haría que las cámaras de seguridad, circuito cerrado y todo equipo eléctrico y electrónico del penal quede inoperativo.

La información sobre la inoperancia de estos equipos habría emanado de los mismos delincuentes de "La Gran Familia" y "Los Escorpiones de Cajamarca", quienes se encuentran presos, a sus secuaces que están en libertad.

Posteriormente, los hampones se agenciaron de un mapa de Piedras Gordas II, a fin de conocer exactamente el lugar en que se encuentran las celdas de sus líderes y otros secuaces de ambas organizaciones delictivas.

Ahí figuran en detalle todos los ambientes de esa cárcel, así como los pasillos por donde pensaban salir, amparados por una lluvia de balas de sus hombres, dijo una fuente policial.

GRANDES UNIONES. Para lograr este objetivo, los integrantes de ambas bandas que aún se encuentran libres se habrían unido a otros grandes sicarios y delincuentes de provincias para concretar esa fallida fuga.

Según el informe de inteligencia, los delincuentes estarían dedicándose a la captación de malos empleados del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), ofreciéndoles fuertes sumas de dinero para que les permitan el ingreso de armas, granadas y celulares al interior del referido centro de reclusión.