Incendios en El Agustino y Barrios Altos dejan dos muertos y 9 casas afectadas

Esta madrugada dos incendios en El Agustino y Barrios Altos terminaron con un total de dos muertos, dos heridos y un alrededor de 9 casas se quedaron en la calle. Los bomberos no solo combatieron contras las llamas, sino que también debieron solucionar el problema de falta de agua en las zonas mencionadas. En un lapso de 4 horas, el humo y las cenizas causaron pánico en las calles de Lima.

Padre e hijo murieron juntos

Aproximadamente a la 1 de la mañana, el fuego de una vela encendida se extendió en el interior de la vivienda ubicada en el número 208 de la avenida El Agustino, en el distrito del mismo nombre. El incendio acabó con la vida de Valerio Ramírez Pradera (70) y su hijo Mauro de 17 años, un joven con habilidades especiales. Y dejó dos personas con quemaduras de segundo y tercer grado en el 80 por ciento de sus cuerpos. Ambas fueron trasladadas de emergencia al hospital Arzobispo Loayza.

Aurelia Capra (40), esposa y madre de las víctimas, respectivamente, lamentó sus irreparables pérdidas y pidió ayuda para dar cristiana sepultura a sus fallecidos. “No tengo dinero para enterrarlos. Necesitamos ayuda, por favor”, pidió la mujer entre lágrimas. Según las primeras investigaciones, en su casa vivían más de 6 personas y la mayoría se dedicaba al comercio ambulatorio.

Además, el fuego también se extendió hacia las casas colindantes, generando cuantiosos daños materiales a otras familias. Los afectados afirmaron haberse quedado sin nada y pidieron ayuda a las autoridades y a los ciudadanos en general.

Falta de agua

Mientras que en Barrios Altos, alrededor de las 3 de la mañana, un incendio dejó inhabitable a seis casas de la Asociación de Vivenda “San Pedro”, de acuerdo a las primeras indagaciones. El fuego se inició en uno de los domicilios de la mencionada quinta y se expandió con rapidez por estar construidos con quincha y otros productos precarios. A pesar de que habían predios construidos con material noble, las llamas afectaron considerablemente sus estructuras.

Hasta la cuadra 13 del jirón Antonio Miroquesada llegaron 11 unidades del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios. Los hombres de rojo trabajaron por más de una hora para apagar el incendio. Su labor se vio dificultada, como casi siempre, por la falta de agua en los hidrantes de la zona. Al margen de dicho obstáculo, las llamas desaparecieron y no hubo heridos ni víctimas mortales.

Posteriormente, el comandante Mario Casaretto, jefe departamental de Lima de los bomberos, dijo que la causa del incidente se sabrá al término de las investigaciones. Sin embargo, no descartó la versión de algunos vecinos que responsabilizaron a gente de mal vivir que se encerraba a fumar en la primera casa afectada.