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Para conservar el Parque Mariscal Ramón Castilla, considerado uno de los principales pulmones de Lima, la Municipalidad de Lince estableció ayer, en una ordenanza publicada en El Peruano, una serie de disposiciones y prohibiciones que deberán acatar vecinos y visitantes.

La norma, según Carlos Price, gerente de Asuntos Jurídicos de la comuna, se debe a que en los últimos años ese parque ha sido usado de manera desordenada y sin regulación.

“Si bien la comuna limeña declaró este espacio como Área de Reserva Ambiental (ARA) en 2010, tras los diagnósticos realizados por nuestra comuna, consideramos conveniente reglamentar las actividades dentro del parque”, dijo.

Detalles. Según la norma, desde ahora queda prohibido en el Parque Castilla el comercio ambulatorio y la instalación de kioscos fijos para comercio, la aglomeración de personas y/o manifestaciones y la realización de actos que dañen sus diferentes áreas.

“Con esto no buscamos restringir la utilización del parque, sino ordenarlo, porque ya se había convertido en un centro de reunión sin orden”, acotó.

El arrojo de toda clase de desechos, problema acentuado en una zona, también será sancionado. Lo mismo sucederá con el estacionamiento de vehículos en los alrededores, después de que el municipio de Lince establezca las zonas rígidas.

Price explicó que los fiscalizadores se encargarán de multar a quienes cometan estas infracciones, pero los serenos y vecinos que conformen la brigada ecológica del parque apoyarán su labor.

Los moradores de la zona se mostraron a favor de la norma, pero algunos, como Edmundo Montoya, solicitaron al municipio mejorar el sistema de riego, la limpieza y la seguridad.

Problema

Más de una docena de gatos usan el parque como refugio. La comuna los esterilizó para evitar que su número aumente.