Manos de la evolución frente a la modernidad
Manos de la evolución frente a la modernidad

Tras radicar cuatro años en nuestro país, el escultor chileno Eduardo Echeverría expone en Lima su primera muestra, “Principio & fin”, trabajo conformado por 14 piezas hechas con madera peruana reciclada y otras nuevas.

En esta obra minimalista del artista, quien estudió en la Escuela de Arte Contemporáneo de Chile y estética en la Pontificia Universidad Católica de Santiago, los principales protagonistas son las manos y los círculos, que representan la herramienta más importante del hombre y el principio y el fin de todo, respectivamente, según el autor.

“Cuando me planteé este trabajo quería representar al hombre de alguna manera. Hacer 12 o 15 figuras humanas de tamaño natural es sumamente complicado; entonces, uno busca la simplicidad y, al final, la mano es lo que tengo, es lo que yo veo, es con lo que yo trabajo, es la mejor herramienta que tenemos los seres humanos, con la mano hacemos casi todo, ese es el trasfondo de por qué he trabajado manos”, explica Echeverría Bascuñán.

“Y los círculos tienen que ver con la cosa universal, pues el universo es circular y no hay nada que se vaya al infinito, tiene principio y fin”, añade el escultor que ganó el Gran Premio “Medalla de Oro” del Museo Nacional de Bellas Artes en 1978 y el Primer Premio de la Bienal Internacional de Valparaíso con mención en Escultura en 1980.

“SELFIE”. Echeverría, quien se enamoró en Cusco de una fotógrafa peruana y se casó con ella tiempo después, arranca la presentación de su muestra con lanzas de diversos tamaños, siempre cogidas con una mano, para representar la herramienta más importante que utilizó al hombre primitivo para sobrevivir y termina con un ser humano en tamaño natural tomándose un “selfie” para representar la modernidad.

“El primero es el hombre primario, que utilizaba la lanza para comer, también representa el principio; mientras que el hombre que se toma un ‘selfie’ es una figura humana que la hice sin modelo, tuve que acordarme cómo eran los músculos, los brazos. Este representa la modernidad y el ego exacerbado del yo”, apunta el artista, quien sueña con trabajar esculturas para los espacios públicos y así aportar con el arte y la cultura del país.