Mario Vargas Llosa: "Me gustaría morir escribiendo"

El escritor peruano Mario Vargas Llosa presentó ayer oficialmente en España su nueva novela, El héroe discreto, y en conferencia de prensa señaló que "las personas decentes suponen una reserva moral para el futuro de un país; cuando se pierde, ingresa en una bancarrota, aunque las cifras económicas digan que progresa".

"Lo que hace que realmente progrese una sociedad son los héroes anónimos, como es uno de mis personajes, Felícito Yanaqué, quien se niega a aceptar el chantaje de la mafia en una historia inspirada en un humilde empresario peruano que no sucumbió al miedo, las presiones y el chantaje", agregó.

"La actitud y convicción para no dejarse manipular por delincuentes contribuye al progreso, pese a que hay situaciones en el mundo que nos empujan al pesimismo", subrayó el Premio Nobel de Literatura 2010 ante decenas de reporteros.

LA CORRUPCIÓN. Para Vargas Llosa, "el gran problema de América Latina actualmente es la corrupción", y "si hay algo que conspira contra el fortalecimiento de las instituciones en los países en proceso de modernización es, justamente, el cáncer de la corrupción, que propaga el cinismo y una actitud despectiva frente a la legalidad, además de esa idea profundamente destructiva de que si todo el mundo es corrupto, ¿por qué no lo voy a ser yo también?".

El novelista especificó que "la corrupción está ligada al narcotráfico, que crea un Estado paralelo, lo que a su vez supone una fuente terriblemente destructiva de la institucionalidad".

"Pese a las desigualdades sociales, Perú y otros países latinoamericanos están bien orientados, gracias a un consenso claro en favor de la democracia y de una política económica aperturista que defiende la iniciativa privada. Esto hace posible que prosperen empresarios muy humildes y se muestren optimistas sobre el futuro de la región", manifestó.

"MORIRME ESCRIBIENDO". El cotizado autor, de 77 años, precisó que seguir escribiendo le ayuda a sobrellevar la edad.

"Lo importante es vivir como si uno fuera inmortal, como si la muerte no existiera, aunque secretamente sepamos que eso no va a ocurrir. Para mí, escribir es abolir ese aspecto tan negativo de la temporalidad. Me hace vivir intensamente, anula mis preocupaciones. Me gustaría mucho morirme escribiendo", aseveró.

LA NOVELA. El héroe discreto narra historias paralelas de dos personajes: el ordenado y entrañable Felícito Yanaqué, pequeño empresario de Piura que es extorsionado; e Ismael Carrera, exitoso hombre de negocios, dueño de una aseguradora en Lima, quien urde una venganza contra sus dos hijos holgazanes que quisieron verlo muerto.

Ambas figuras son, a su modo, héroes discretos y rebeldes que intentan resolver sus propios destinos. "No son justicieros, pero están por encima de las mezquindades de su entorno, para vivir según sus ideales y deseos", concluyó Vargas Llosa.