El empresario Osterlin Luis Dyer Ampudia, tiene una relación muy estrecha con Huánuco, no solo porque nació en esta tierra, sino porque además cuenta con inversiones en este
departamento y espera trabajar por el desarrollo de esta zona en un futuro cercano.
¿Qué representa Huánuco para usted?
Mucho, porque nací en Huánuco y mis padres y abuelos también. Viví en Huánuco hasta los diez años, pero regreso constantemente, porque tengo inversiones hoteleras, como es la Hacienda Santa Cruz. Además regreso, porque quiero a mi tierra y estoy viendo otros proyectos que se puedan concretar. Por parte de la familia Dyer con la empresa CampoSol, estamos trabajando en la agricultura
Cuando está en la capital, ¿qué es lo que siente por Huánuco?
Mucha nostalgia, pero también el deseo de hacer algo por mi tierra, porque las provincias están olvidadas. Huánuco es el cuarto departamento más pobre del país y estoy viendo en qué puedo ayudar.
¿Cómo es su relación con los huanuqueños?
Tenemos mucha acogida, porque apoyamos mucho con lo que es nuestra Fundación Luis Dyer, que fue creada junto a mis hijos y manejamos recursos propios y no del exterior. Hemos hecho un colegio en Huánuco, hemos apoyado a la reconstrucción de otros.
¿Ha pasado por su mente tener un cargo público en Huánuco?
Me han propuesto ser candidato a la presidencia del gobierno regional, pero no he podido por mi trabajo. Pero a partir de este año me gustaría radicar más en Huánuco y comenzar a proyectarme a las próximas elecciones regionales. Un empresario tiene como objetivo hacer crecer a una empresa. El Estado te da una cierta cantidad de dinero y un empresario sabe cómo gastarlo, es más fácil. No hay temor de entrar a la política, el rechazo viene de la corrupción, hay que saber tener un buen manejo y no tenerle miedo a la política.
Debe haberlo incomodado todo el tema de su ex esposa Carmen Omonte, relacionado a las supuestas facilidades que pudo darle en el tema de licitaciones a su empresa.
Creo que es un tema político: Carmen estuvo vinculada como socia a la empresa, era una empresa que quería dedicarse a la actividad minera no metálica. El proyecto se inició hace muchos años para producir cemento. Sin embargo, ella nunca apoyó ni participó en los pasos que seguimos hasta la compra de la propia concesión. La empresa quedó en etapa de proyecto y no generó ningún ingreso.
Tenía mucha proyección social -que sería beneficiosa para Huánuco y Tingo María- pero solo quedó en el papel.
Me imagino que ahora tienen un diálogo permanente, porque tienen una hija en común
Tenemos comunicación en los temas relacionados con mi hija, quien no tiene nada que ver con los problemas. Hay un distanciamiento normal por las diferencias irreconciliables.
¿A ella la perjudicó políticamente?
Mire, ella es congresista por Huánuco y cada congresista debe responder qué está haciendo por su tierra, la verdad es que los tres congresistas que hay ahora en el Parlamento no han hecho nada por su ciudad, esa es la percepción que existe en la población.