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La elección del Club Internacional Revólver, en el Rímac, como sede de la décima edición de la feria gastronómica , organizada por la Sociedad Peruana de Gastronomía (Apega), ha generado opiniones a favor y en contra por parte de los vecinos del tradicional distrito.

Quienes no ven con buenos ojos esta decisión sostienen que el evento, a realizarse del 7 al 17 de setiembre, originará problemas en el tránsito vehicular. La mayor preocupación es la falta de accesos al mencionado club.

Este inmueble cuenta con dos entradas: una por la Alameda de los Descalzos (donde cayó hace unas semanas el bus turístico del cerro San Cristóbal) y otra sin pavimentar junto al túnel Santa Rosa, que une al Rímac con San Juan de Lurigancho.

“El ingreso por la alameda es estrecho. Si deciden hacerla por la puerta junto al túnel, se formará una hilera de autos que obstaculizará la salida de los vehículos del edificio”, comentó Humberto Gonzales, propietario de un departamento en el condominio Alcázar, que se vería afectado por la feria debido a la falta de playas de estacionamiento.

Otro de los disgustos señalados por los vecinos es el olor que emana la comida. “Mi hermana vive en Magdalena y cuando se realizaba Mistura, el olor del chancho se hacía insoportable. Acá no corre mucho viento, así que imagínese cómo será esto”, se lamenta una vecina de la Alameda de los Bobos.

POSITIVO. Los ciudadanos a favor de la décima edición de Mistura afirman que será una forma de que la gente acuda a hacer turismo al Rímac, además de descentralizar el evento.“Me parece bien que llegue a otros lugares, así habrá más turismo en este distrito y más gente tendrá la oportunidad de probar los platos. Con organización todo es posible”, dijo con entusiasmo una madre de familia.

DATO

Asistencia. Se calcula que 400 mil personas, entre peruanos y extranjeros, visiten la nueva edición de la feria .

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