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Un niño que había llegado hace dos días a Tacna desde Zepita (Puno) junto a su padre y un hermanito, ayer por la tarde encontró la muerte porque su inocencia no le permitió medir el peligro.

Yony Rogelio H.A. (12), al mediodía decidió refrescarse en un reservorio de agua para el regadío, en el fundo de la familia Mendoza, ubicado en el kilómetro 12 de la carretera Tacna-Calana, en el distrito de Calana.

Junto a su hermanito Elvis (8) se desvistieron para paliar el fuerte calor de la temporada y utilizaron cuerdas para entrar al inmenso pozo. Un extremo de las sogas ataron en plantaciones y por el otro lado se deslizaron por el plástico que recubre el reservorio y estar en contacto con el agua.

Según las investigaciones preliminares, el niño de 12 años tuvo la mala suerte que su cuerda se suelte y no pudo volver a la orilla, desesperándose por no saber nadar y se ahogó; mientras el pequeño Elvis logró salir del pozo y buscó ayuda de su padre Marcelino Huarachi Catari, (37), que estaba dedicado a labores agrícolas en otro sector de la chacra.

El progenitor y su primo Juan Carlos Pérez (éste último a cargo de una parcela del fundo) acudieron al estanque y solo pudieron sacar a Yony en estado inconsciente. Luego paramédicos de la Compañía de Bomberos de Tacna confirmaron el deceso y dieron cuenta de la PNP.

En incontrolable llanto, Marcelino Huarachi indicó al fiscal Alberto Sías que había llegado a Tacna el lunes 16, junto a sus dos menores hijos que estaban de vacaciones escolares. “Vine para trabajar y poder comprar los útiles escolares de mis hijos, pero ahora uno está muerto”, dijo llorando.

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