Ayer la Municipalidad de Lima cerró un tramo de la Panamericana Sur para reparar una parte de esa vía, de norte a sur, lo que provocó un gran caos vehicular justo cuando las altas temperaturas afectan a la ciudad. Lo peor es que la vía alterna, la antigua Panamericana Sur, también colapsó, porque debido a lo estrecha que es, se saturó ante la presencia de camiones, buses interprovinciales, camionetas y autos.

A partir del kilómetro 37.5 de la Panamericana Sur, los vehículos empezaron a ser desviados hacia la referida vía alterna desde las nueve de la mañana. Pero la situación se hizo insoportable al mediodía, cuando las unidades saturaron la autopista debido a la hora punta.

En escasos minutos ya se apreciaba una cola interminable de autos, camiones, buses interprovinciales, combis y hasta mototaxis, que generaron una gran congestión.

En el kilómetro 41 de la Panamericana Sur, los choferes empezaron a perder la paciencia e invadieron el carril contrario, logrando que los autos queden atrapados en el lugar.

Para tratar de avanzar, algunos conductores y motociclistas empezaron a circular muy pegados a los restaurantes y casas, poniendo en riesgo a los peatones, que mediante señas pedían a los choferes que se detengan para poder pasar.

A lo largo de la arteria solo había cuatro policías, quienes no se daban abasto para ordenar el tránsito. Ingresar a las diversas playas era una tortura, y el claxon de las unidades, sobre todo de los camiones, generaba un ruido ensordecedor.

Casas y restaurantes. A lo largo de la antigua Panamericana Sur hay casas y restaurantes, los cuales se vieron seriamente afectadas por el ruido y el polvo que levantan los vehículos que circulaban a gran velocidad.

"No puedo atender a mis clientes con tanta tierra. Tengo que pedirle al mozo que limpie cada cinco minutos las mesas", refirió la dueña de un local ubicado en Punta Hermosa.

Los propietarios de las casas tuvieron que cerrar sus ventanas y evitar salir, ya que muchos carros pasaban a centímetros de sus puertas, pudiendo ocasionar un accidente.

"Cómo se les ocurre cerrar una vía donde circulan tantos vehículos que pasan tan pegados a las casas", manifestó una mortificada vecina.

Otro conductor, cansado de tener que avanzar unos metros y tener que frenar a cada instante, expresó: "No pensé que ir a la playa podría convertirse en una pesadilla". Al final, un tramo que se hace en 10 minutos demoró 40.