Un agricultor que se encontraba atrapado bajo las garras del alcoholismo de donde no podía salir, se quitó la vida ingiriendo un fuerte insecticida: Furadán. No obstante al esfuerzo de su madre que lo trasladó al hospital Olavegoya para salvarlo llegó cadáver.
El hecho ocuririó en el barrio Huayranga distrito de Julcán-Jauja. Cuando la señora Elsa Vivanco, llegó a su casa, encontró agonizando a su hijo Yaiser Jesús López Vivanco (29), botando espuma por la boca y lo trasladó a un nosocomio donde al llegar no tenía signos vitales. Yaiser se dedicaba a la agricultura, pero últimamente andaba deprimido.