ESTADO DE LAS FARMACIAS ANTE LA ESCASEZ DE MEDICAMENTOS DE PRIMERA NECESIDAD.
ESTADO DE LAS FARMACIAS ANTE LA ESCASEZ DE MEDICAMENTOS DE PRIMERA NECESIDAD.

Escrito por Gabriel Mazzei y Erick Rivera

La falta de camas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales no es el único problema para tratar a los pacientes de COVID-19. Y es que hace algunos días, tanto la escasez de medicinas como su alto precio son obstáculo para combatir la pandemia.

De acuerdo con diversos testimonios recogidos por Correo, los pacientes -y sus familiares- padecen un verdadero vía crucis para conseguir los medicamentos. En ocasiones, incluso, no hay mucha diferencia si el infectado está en su casa u hospitalizado.

Por ejemplo, una educadora de 45 años –cuyo nombre mantendremos en reserva- teme por la vida de su padre de 74 años, quien desde el último martes está postrado en una de las camas de la Clínica Líder Medica (Chiclayo), tras presentar síntomas propios del coronavirus hace diez días.

Este miedo responde al desabastecimiento de fármacos tales como hidroxicloroquina, azitromicina e ivermectina en el referido centro médico.

Desde el 6 de mayo la maestra de primaria ha buscado las medicinas para tratar a su padre, quien no ha sido diagnosticado por falta de pruebas rápidas y moleculares en la ciudad.

TESTIMONIO. Relata que cuando acudieron a urgencia por la fiebre, tos e insuficiencia respiratoria de su progenitor, los médicos le recetaron estos medicamentos, pero que la farmacia del lugar no los tenía.

“Ellos me dijeron que vuelva al siguiente día y que recién allí, iban a atenderme. Fui entonces, y la única respuesta que tuve fue una dirección y un número de celular”, narró.

Agregó que estos datos eran de locales clandestinos, donde los medicamentos sobrepasaban el costo real.

“Me gasté 322 soles en hidroxicloroquina, porque me recetaron 14, es decir, 23 soles cada una. (…) Siento que en vano aportamos al Estado porque nos han olvidado”, reclamó.

Otro caso corresponde al de un hombre de 50 años que falleció el último domingo en el Hospital Luis Heysen de Chiclayo, a consecuencia de la epidemia.

Sus familiares relataron que estuvo enfermo desde el 29 de abril y que el pasado 8 de mayo fue trasladado al nosocomio, donde murió dos días después. Contaron que la falta de medicamento agudizó su delicada condición.

SE ALERTÓ. El desabastecimiento de fármacos para el tratamiento del COVID-19 fue un situación que se advirtió al Gobierno a inicios de este año.

La Asociación de Industrias Farmacéuticas Nacionales (Adifan) envió una carta al Ministerio de Salud (Minsa) cuando su titular era Elizabeth Hinostroza. La misiva -a la que este diario accedió- alertaba que el desabastecimiento podía ocurrir con solo tomar en cuenta el alto número de contagios que había en China.

“Esta situación acarreará, sin lugar a dudas, problemas de fabricación y abastecimiento de productos provenientes de dicha nación (China), convirtiéndose en un problema serio a considerar, en tanto desde hace más de 10 años, China se convirtió en el más grande proveedor de ingredientes farmacéuticos activos del mundo que incluye una participación por encima del 28 % para Estados Unidos y 26 % para la Unión Europea”, se lee en el texto, recibido por el Minsa el 29 de enero pasado.

La misma misiva se remitió a la titular de Essalud, Fiorella Molinelli.

“Les pedimos revisar los stocks (de medicinas); que no excedan en unos sitios, no falten en otros, ver cuáles de las medicinas tienen componente chino o hindú. También sugerimos conformar un equipo de trabajo para coordinar el tema del abastecimiento”, expresó en la misiva José Enrique Silva, presidente de Adifan.

Silva refirió que recién en marzo los llamaron, pero que entonces tampoco vio la predisposición necesaria para tomar cartas en el asunto.

Correo consultó al Minsa sobre este texto, pero no nos respondieron.

Recomposición. Por su parte, Hernán Malpartida, director de Asuntos Corporativos de la Plataforma de Salud del Grupo Intercorp, de la que son parte las cadenas Inkafarma y Mifarma, refirió que la industria farmacéutica atraviesa una situación “muy atípica”.

“En productos como la azitromicina la demanda se ha incrementado cinco veces, entonces, ha sobrepasado, incluso, nuestros pronósticos más agresivos (...). Eso ha generado dos cosas: uno, que el mercado local se quede desabastecido rápidamente y, dos, que los fabricantes se han encontrado que a nivel mundial la materia prima para fabricar el producto también está más escasa”, manifestó.

En diálogo con este diario, explicó que tal carencia puede percibirse como un alza en el precio, dado que las versiones más económicas de algunos fármacos se agotaron y solo hay en stock aquellas cuyo valor es más elevado.

Al respecto, remarcó que “no hay incrementos” en los costos de los medicamentos, por lo menos en las cadenas de boticas.

Hernán Malpartida destacó también que la industria farmacéutica está abocada a conseguir insumos o productos a costos similares a los que se manejaban antes de la pandemia para evitar que cualquier alza se traslade a los usuarios. Agregó que confía en que la situación actual, de desabastecimiento, se recomponga.

RACIONAMIENTO. Sobre el tema, informó que ya recibieron un lote de la azitromicina genérica que comercializan a 1.30 soles por tableta, la que desde ayer debió comenzarse a vender en sus locales.

No obstante, el directivo advirtió que se limitará la venta a seis pastillas por DNI -es decir, por persona- para evitar acaparamiento.

“Si todos salimos a la calle a comprar hidroxicloroquina o azitromicina, inevitablemente se acabarán, no hay sistema logístico, por más sólido que sea, que soporte eso. Por eso es tan importe que la gente mantenga la calma y haga compras responsables y, así, el producto no se acabará”, enfatizó.

En esa línea, insistió en que se compren medicamentos cuando se necesiten o se prescriban, y pidió no caer en la especulación.

Mala praxis: la especulación provoca falta de abastecimiento

El decano del Colegio Químico Farmacéutico, Marcial Torres, aseguró que el desabastecimiento de medicamentos también se debe al comportamiento alarmista de gran parte de los ciudadanos para automedicarse.

“El stock que había en el mercado había sido agotado por la especulación de los propios ciudadanos (para automedicarse)”, resaltó Torres.