Se vieron las caras. Las risas de Eva Bracamonte Fefer durante la confrontación con su hermano Ariel marcaron ayer esta diligencia judicial dentro del proceso que se le sigue a la joven por ser la presunta autora intelectual del asesinato de su propia madre, la empresaria Myriam Fefer.
Si bien a su llegada al penal de mujeres de Chorrillos Ariel se mostró a favor de que le cambien a su hermana la orden de detención por la de comparecencia, a su salida su reacción fue totalmente contradictoria.
Señaló que durante la diligencia vio reír a Eva con su abogado. "Ha sido bastante distante, bastante fría, me chocó porque es mi hermana", refirió Ariel mientras caminaba raudamente hacia su vehículo.
"Me chocó bastante cuando hablamos de cómo había sido el proceso, cuando me retiré de la casa; recordar nuevamente toda esa etapa ha sido difícil. Pero bueno, estamos acá y hay que seguir", manifestó.
CONTRADICCIONES. Contó además que durante la diligencia hubo varias contradicciones no sólo entre Eva y él, sino también con Liliana Castro, la otra procesada por el delito de homicidio calificado.
"Hubo muchas contradicciones, no solamente de mi parte con la procesada, sino entre ellas mismas; por ejemplo, vuelve el tema de la llamada. Mi hermana dice que no contestó porque tenía un sueño profundo", narró.
Eva y Liliana tampoco coincidieron en lo que se refiere al momento en que echaron de la casa a Ariel Bracamonte. Según expresó este último, durante la diligencia Liliana sostuvo que le mandaron mensajes para que se retirara de la casa, pero Eva desmintió esta versión.
"Lamentablemente, este proceso tiene para largo, porque no nos hemos puesto de acuerdo en ninguno de los puntos y tampoco esperaba hacerlo", añadió.
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