Sigue drama por Judith, la niña de 4 años que hallaron muerta

Un día después del horror e indignación que se vivió en Huancavelica, luego del atroz ultraje y asesinato de la pequeña Judith Huamaní Castro (4), hasta el momento la población no se recupera del estupor que generó semejante acto de insania.

Ayer continuó el velorio, que había empezado el miércoles por la noche en el restaurante denominado “Chinito” propiedad de la familia de la niña, ubicado en la avenida Manchego Muñoz del barrio Santa Ana.

Como era de esperar gran cantidad de personas acudieron a despedir a la menor y expresar sus solidaridad con los parientes.

SHOCK. Comprensiblemente la madre de la pequeña, Susana Castro Paredes (26), aun no se reponía de tamaño dolor, respondía hablando muy lentamente y parecía como si viviera algo irreal; sin embargo, todavía en esas condiciones sacó fuerzas para agradecer por las innumerables muestras de solidaridad, también dijo sentirse defraudada porque asegura que las autoridades y la Policía no hicieron lo suficiente para lograr la ubicación de su engreída.

“Cuando denunciamos el hecho nos dijeron que teníamos que esperar, si los efectivos hubieran salido a buscar a mi hijita de inmediato y sin perder el tiempo tal vez en estos momentos la estaría abrazando”, manifestó entre sollozos.

El local donde velaban el cuerpecito de la pequeña estaba abarrotado y como no es de dimensión muy amplia, unas carpas y sillas fueron colocadas en el frontis, aunque en un primer momento el alcalde Julio Chumbes se comprometió a ceder el coliseo Pampa Amarilla, pero esto no ocurrió.

Por otro lado, las circunstancias que propiciaron la desaparición de Judith aun no han sido del todo aclaradas, pues la Policía informó que como parte de las investigaciones, los padres de una niña con la que la víctima jugaba horas antes de desaparecer fueron interrogados, pero su versión es coherente y no figuran como sospechosos. De igual forma una vendedora de maca instalada muy cerca del restaurante donde sucedió el extravío, contó que al promediar las 10:00 de la noche, la niña se acercó hasta su puesto y le compró un vaso de agua de manzana diciendo que la había mandado su madre, luego volvió hasta el establecimiento de venta de comida y luego de ello no supo más.

ESPECULACIONES. Sobre la desgracia acontecida se han tejido numerosas especulaciones. Entre las versiones más comentadas figuran que el mismo día que se perdió la pequeña varios vecinos observaron a un grupo de desconocidos que libaba a espaldas del estadio IPD, todos ellos con apariencia de ser gente de mal vivir, otra hipótesis es que se trató de una venganza debido a la crueldad cometida, cuyas características parecerían apuntar a querer hacer sufrir sobre manera a los familiares.

Otras versiones dicen que solo alguien con alteraciones mentales podría ser capaz de cometer tal vil suceso o en todo caso al momento de hacerlo estaba bajo la influencia de estupefacientes y no en sus cabales.

Instituciones como la municipalidad provincial llevaron algo de ayuda al velorio como bocaditos, arreglos, entre otros, pero se conoció que los gastos del sepelio serían afrontados íntegramente por la familia.

EXIGEN JUSTICIA. El triste episodio ha sumido en un estado de repudio general a la población de la Tierra del Mercurio, en calles, parques y sitios públicos los comentarios sobre lo sucedido no paran, todos exigían que el (o los) responsables paguen con todo el peso de la ley, incluso opinaban que merecía la pena de muerte.

Locales como el de la comisaría sectorial, la municipalidad provincial y el gobierno regional permanecían acordonados por varios custodios en previsión de que ocurran actos violentos como los del miércoles donde destrozaron un patrullero.