USA autoriza detección del COVID-19 con saliva, mientras prueba molecular peruana sigue en stand by (Collage: Shutterstock/UPCH)
USA autoriza detección del COVID-19 con saliva, mientras prueba molecular peruana sigue en stand by (Collage: Shutterstock/UPCH)

El pasado 18 de agosto la noticia más importante en Estados Unidos fue que la Administración de Medicinas y Alimentos de ese país autorizó de emergencia el uso de la prueba denominada “SalivaDirect”, mediante la cual se detecta al nuevo coronavirus solo con la saliva del posible infectado.

Este dispositivo fue desarrollado por investigadores de la Universidad de Yale y puede ser utilizada a fin de detectar la mayor cantidad de casos de COVID-19 en el país norteamericano.

El método de detección consiste en que el posible infectado lleve parte de su saliva en envase estéril a un centro especializado a fin de que sus muestras sean analizadas. Los resultados, según lo descrito por el doctor Elmer Huerta en CNN, se conocen “muy rápido”.

La Universidad de Yale ha donado varios de los dispositivos a distintos laboratorios del país para que sometan a la población a este tipo de prueba de detección de manera gratuita.

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Según The Wall Street Journal, la realización de este tipo de prueba contribuye a disminuir el tiempo de detección del virus causante de la COVID-19 y evita gastos en insumos para el almacenamiento de las muestras.

Incluso, jugadores de la NBA han colaborado con los ensayos de este nuevo método de diagnóstico. Hasta el momento no se han detectado falsos negativos, por lo que los resultados son alentadores.

Caso peruano

Se ha cumplido más de tres meses desde que investigadores de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) dieron a conocer que habían desarrollada una prueba rápida molecular.

Hasta el cierre de esta nota, el Ministerio de Salud, a través de sus diferentes órganos, continúa con la evaluación para autorizar el uso a gran escala del dispositivo.

Sobre el tema, el neurólogo Edward Málaga Trillo comentó hace algunas semanas que las pruebas rápidas moleculares que desarrolló en conjunto con otros investigadores de la UPCH superó satisfactoriamente la fase I de pruebas del Minsa.

Su fastidio se hizo notar al comentar que “si fuésemos un país de primer mundo, las pruebas que desarrollamos se estarían produciendo en un mes”. El ejemplo de SalivaDirect salta a la vista.

“Con respecto a la validación clínica (fase 2), estamos aún a la espera de lograr una hoja de ruta por parte de Digemid y el INS. Después de muchos traspiés, felizmente el viernes tuvimos una reunión con colegas investigadores y con ambas instituciones. Estas mostraron gran disposición y se comprometieron a resolver el tema a la brevedad”, recoge Willax.