Este 08 de diciembre con un feriado nacional se celebra la fiesta en honor a la Virgen Inmaculada Concepción de María, así también en países como Argentina, Brasil, Chile, España, Nicaragua, Ecuador, etc.
Para nuestro departamento es más que una celebración, ya que la sagrada virgen no es solo madre espiritual, sino también su santa patrona, por ello la Iglesia conjuntamente con la Municipalidad Provincial, han organizado un conjunto de actividades en su honor, que iniciaron el miércoles y culminarán el 14 de diciembre, con la tradicional Feria Regional 2010.
ENSEÑANZA. El reverendo padre, monseñor Pedro Talledo Nizama, expresa que siempre se le quedó en el corazón el episodio cuando la Virgen queda embarazada y se le presenta el ángel y le dice: "llena eres de gracia" a lo que responde: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra", ya que sin conocer respondió al llamado de Dios. Igualmente, cuando visitó a su prima Isabel y la sirvió durante sus seis meses de gestación, hasta que dio a luz.
"La Virgen Inmaculada Concepción de María es nuestra madre como lo fue con Jesús, ya que también nos inculca que hagamos la voluntad del Señor, es decir, que como ella, nos entreguemos a Dios, defendiendo la vida y siendo serviciales con los demás, ya que la indiferencia al prójimo es lo más dañino en lo que podemos caer", destacó Talledo Nizama.
HISTORIA. La devoción de Tumbes por la Inmaculada Concepción se remonta a los años de la Guerra del Pacífico, en 1882, cuando el párroco de la ciudad, don José Miguel Granda, imploró a la Virgen Inmaculada Concepción para que salvara al Perú de la invasión chilena que ya ocupaba Tumbes. De este modo se implantó la devoción a la Madre de Dios, bajo el nombre de Inmaculada Concepción. El párroco tomando como modelo una estampa que le enviaron desde Lima, esculpió la sagrada imagen en madera, poniéndole ojos de vidrio traído de Guayaquil, terminando la obra de 75 centímetros en 1884, la cual resultó demasiado tosca y cuando fue sacada en procesión el 08 de diciembre del mismo año, el pueblo mostró su desagrado.
OBSEQUIO. En 1980, doña Hortensia de Miranda, de nacionalidad francesa pero radicada en Tumbes, movida por su gran devoción obsequió a la ciudad una imagen de la Virgen Inmaculada Concepción. En diciembre del mismo año llegó de Francia, a bordo del Bergantín Magdalena al puerto de la Palizada (actualmente Puerto Pizarro), la sagrada imagen que fue llevada a Tumbes en la lancha de Manuel Maceda, surcando el río hasta el fondeadero ubicado a la altura de la que hoy es la primera cuadra de la calle Bolognesi.
La imagen de la Virgen Inmaculada Concepción fue recibida con devoción por todo el pueblo, a pesar de encontrarse el río crecido y caer una lluvia torrencial. Esa imagen tallada en carton piedra de 1.20 metros, incluyendo la gruta que mide 1.90 metros de altura fue trasladada con una gran concurrencia a la casa de doña Hortensia, ya que la Iglesia Central carecía de techo, pero luego gracias al subprefecto don Pedro Vidaurre y don José Noblecilla, obsequiaron el material para techar el templo. Por tanto, a partir del 08 de diciembre de 1892 fue llevada a la actual Catedral, convirtiéndose en patrona del departamento de Tumbes.
A nivel mundial El dogma de la Inmaculada Concepción es un artículo de fe del catolicismo que sostiene la creencia de que María a diferencia de los demás seres humanos, no fue alcanzada por el pecado original sino que desde su concepción estuvo libre de todo pecado. Durante los siglos XII y XIV surgieron diversas controversias o debates teológicos sobre este asunto. Los papas Sixto IV y Alejandro VII, entre otros, prohibieron las enseñanzas contrarias a la doctrina de la Inmaculada Concepción. El movimiento inmaculista alcanzó gran pujanza durante las edades Media y Moderna gracias a los franciscanos, grandes devotos y propagadores de esta advocación mariana. La creencia piadosa en la Inmaculada Concepción se arraigó especialmente en España. Numerosos templos, capillas, ermitas y monumentos le fueron dedicados, y fue nombrada patrona del reino por Carlos III, quien además creó la Orden de Carlos III en su honor. La doctrina fue definida como dogma de fe y por tanto, revestida de los caracteres de infalibilidad e inmutabilidad el día 8 de diciembre de 1854, en la bula Ineffabilis Deus del papa Pío IX. Desde entonces ese día ha quedado como fecha de la fiesta de la Inmaculada Concepción en toda la Iglesia Católica.
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Virgen Inmaculada Concepción de María
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