Belaunde Lossio se entregaría antes de fin de año

Martín Belaunde Lossio, amigo cercano de la pareja presidencial, jefe de prensa y uno de los financistas de la campaña nacionalista del 2006, es a la fecha el prófugo más buscado en el Perú.

Pasó a la clandestinidad a fines de mayo último, luego de que un tribunal de Chimbote dictara contra él prisión preventiva de 18 meses por vinculaciones con la corrupción en Áncash (“La Centralita”).

Su situación jurídica se agrava. Dos fiscalías lo investigan, una de ellas por tráfico de influencias y negociación incompatible. Se ha sumado el Congreso de la República mediante una comisión especial.

Su defensa, encabezada por el abogado José Urquizo Olaechea, afirma ignorar el paradero actual del prófugo. La columna vertebral de la estrategia Belaunde Lossio sigue tercamente siendo la inocencia.

En diálogo con Correo, Urquizo esboza la posibilidad que su cliente se ponga a derecho pronto, pero bajo ciertos parámetros.

El caso Belaunde Lossio es controvertido, pero hay algunas certezas. Nadie duda de su cercana amistad personal con la pareja presidencial.

No. Ellos (pareja presidencial) estaban en campaña. Y cada uno ocupaba un lugar. Ellos eran los candidatos y Belaunde participaba como otros personajes. Y eso los lleva a una vida comunitaria porque tienen fines y objetivos similares y se forja en ese sentido un trato diferenciado, especial, que además es bastante cerrado porque obedece a los intereses que en ese momento ellos manifiestan. Entonces, sí. Hay una relación, incluso una simbiosis, pero eso no se ha mantenido en el tiempo con la misma intensidad.

El señor Belaunde cultivó en ese período magníficas relaciones con dirigentes nacionales y cuadros del Partido Nacionalista.

Eso es público, es un dato objetivo, es un dato que no merecería ningún tipo de reproche.

En esa condición, muchas puertas se le abrieron para negocios con el Estado a través de empresas suyas o allegadas a él. Es otro dato concreto.

Del dicho al hecho hay mucho trecho. La diferencia entre una cosa y otra viene dada por la ley. Las licitaciones son por leyes. Hay personas que, por su puesto, conocen al señor Martín Belaunde. Para llegar a cualquier tipo de valoración se tendría que pasar necesariamente por el siguiente dato: ¿Qué es lo que ha dicho la Contraloría? Es decir, si su amistad le ha generado beneficios económicos injustos o si ha tocado fondos públicos. Eso es importante.

A la fecha, Belaunde es investigado en dos fiscalías, pero él ha optado por huir de la justicia. Es un prófugo.

Veamos cuál es el presupuesto de esa decisión. Es una resistencia a una decisión judicial que está basada en hechos falsos y especulativos. En el caso “La Centralita”, primero se dijo cosas que no habían ocurrido, como aquello de que actuó como un obstáculo a la justicia. Y segundo, se habló que él era un miembro de la cúpula (de una red de corrupción). ¿Por qué una persona como el fallecido señor Ezequiel Nolasco nunca lo mencionó? Una resistencia jurídica es realmente lo que ha hecho el señor Martín Belaunde.

Pero esa resistencia tiene un límite.

Es cierto, esa resistencia jurídica tiene un límite y ese límite es precisamente una nueva opción que está llevando adelante la defensa. Trabajamos por la revocación de la orden de prisión preventiva.

Cuando una persona se sabe inocente va al Tribunal y colabora con las investigaciones.

Pero los tribunales están demostrando abuso y arbitrariedad. Ese es el punto. Si los jueces hubiesen fundamentado con hechos concretos, mínimamente probados, no podríamos justificar una conducta de esta naturaleza.

Desde la clandestinidad exclamó indignado ¿Por qué me tienen escondido?”, como si un poder superior lo mantuviese en esa condición. ¿A qué se refirió?

Son interpretaciones políticas. Pero para nosotros la interpretación jurídica va por otro lado. Es que le quitan la libertad en forma aleve y entonces le obligan a estar escondido.

¿Ve probable que Belaunde se ponga pronto a derecho?

Debería ser lo más pronto posible. Por eso es que la defensa está avanzando todo lo que puede, pero depende de las declaraciones de los testigos. La mayoría de los testigos que han sido presentados se desdijeron, después se volvieron a reafirmar. Luego aparecen como personas del entorno, pero uno de ellos era simplemente portero de un local de Belaunde. Entonces no suena muy consistente. Creo que los nuevos jueces estarán en condiciones de valorarlo.

La Fiscalía acaba de abrir investigación a Belaunde por tráfico de influencias y negociación incompatible. ¿Cuáles son sus expectativas?

A mí me parece correcto que el Ministerio Público tome todas sus medidas. Lo que no me parece es que esa denuncia nace de las denuncias periodísticas. Es decir, están instaurando un sistema de sospechas y eso no es correcto en un Estado de Derecho, de garantías, de seguridades jurídicas. Es como decir ‘a ver lo que encuentro’. Es como salir a pescar.

¿Está diciendo que la Fiscalía no tiene facultad para investigar de oficio indicios de afectación de fondos públicos?

-No, no. Eso está bien. Indicios. Pero los indicios tienen que ver con hechos puntuales, no hechos generales. Usted no puede defenderse de cosas indeterminadas. Le tienen que decir, ‘usted rompió la lámpara, usted ha destruido la mesa’. Pero si le dicen ‘usted es un destructor’... a eso me refiero.

Belaunde y su amigo de negocios Rivera Idrogo, otro aportante del nacionalismo, contrataron con el Estado por al menos 150 millones de soles. La investigación cae por inercia, ¿o no?

Me parece razonable en la medida que lo precisen. Sí, hay que investigar. Nadie está diciendo que es un abuso investigar, lo que estamos diciendo es que es un abuso generalizar, no hacer precisiones.

No hay aún informes técnicos de la Contraloría, pero ese es el paso siguiente en las investigaciones...

Claro. Pero si es la etapa siguiente, esperemos la etapa siguiente. Pero se establecen presupuestos de que !es el gran creador...! Es una leyenda negra, quiebra la presunción de inocencia.

La defensa ha desechado que Belaunde se acoja a la colaboración eficaz. ¿Por qué?

En realidad no la hemos desechado.

¿Ah no?

No. Lo que nosotros sostenemos es que Belaunde ha hablado solo de su inocencia. Y la colaboración eficaz pasa por declararse culpable. A medida que le han ido atribuyendo una serie de hechos, él ha dicho ‘yo no tengo que ver con esto’.

No han desechado una posible colaboración eficaz. ¿Si se dan ciertas condiciones podría hacerlo?

No. No ha sido objeto de conversación con el señor Belaunde. Nunca hemos hablado del tema. Nunca. Solo hemos hablado con él de la estrategia probatoria.

El señor Belaunde está en el país?

No podría afirmarlo ni negarlo.

¿Le recomendaría ponerse a derecho?

Nosotros somos de la idea de que cualquier persona debe ponerse frente a la ley. Pero este es un caso diferente porque se ha sustentado en hechos falsos.

Este no es un caso puramente penal, pone en entredicho la reputación del Presidente y su esposa.

Para la defensa existe una gran distancia entre la pareja y los hechos del señor Belaunde. No vemos uniones que tengan una connotación jurídica.

Es posible que antes de fin de año tengamos al señor Belaunde puesto a derecho?

Yo creo que sí. Hay que esperar siempre lo mejor, en general. Pero yo digo sí en el sentido de que de defensa tengamos la posibilidad de obtener su mandato de libertad. Ese es el sentido de mi respuesta.