"Buscan que la promoción de Ollanta lidere cúpula el 2016"
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Pocas veces un general pasa a la clandestinidad. Este es el caso del general Juan Quintana Briceño, exjefe de la Tercera Brigada de Fuerzas Especiales de Tarapoto. Desde un lugar del país, Quintana dice ser un "chivo expiatorio" al que acusan de captar "soldados fantasma". Pero el general asegura que aquello es solo es un pretexto para cubrir a otros generales que tienen rabo de paja y que pertenecen al cogollo del presidente Humala y de su asesor, el coronel (r) Adrián "El ácido" Villafuerte. Correo entró en contacto con el general Quintana y esta es su versión.

Correo: ¿Por qué el general Quintana está en la clandestinidad?

Juan Quintana: Me encuentro en la clandestinidad desde el 6 de agosto, pasando momentos difíciles junto con mi familia por el solo hecho de no ser parte del círculo amistoso del actual comandante general del Ejército (Ricardo Moncada) y por no pertenecer al grupo social y político del gobierno actual.

C: ¿Por qué se oculta?

JQ: La razón por la cual decidí ocultarme fue por estar a punto de ser encarcelado por, supuestamente, haber captado personal de tropa sin identificación y haber llenado planillas con personal fantasma cuando me encontraba como comandante encargado de la 3ra Brigada de Fuerzas Especiales, en Tarapoto, durante los años 2010 y 2011.

C: Pero existe una orden de prisión contra usted.

JQ: El Tribunal Supremo Militar Policial ordenó prisión efectiva por 8 meses, mientras prosigue el caso que se inició en octubre del 2011 en la Región Militar Centro por "desobediencia" y que ha llegado hasta las instancias civiles en la Fiscalía Provincial Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de la región San Martín, investigándose los mismos hechos por "peculado".

C: ¿Usted ha denunciado a sus superiores?..

JQ: La detención que solicitó la Fiscalía Militar coincide con las fechas de las denuncias, impugnaciones y reconsideraciones que presenté contra mi comandante general en la región de Iquitos, Gral. Luis Arroyo, por el delito de abuso de autoridad y contra el comandante general del Ejército, Ricardo Moncada; el jefe del Estado Mayor, Felipe Aguilar Vizcarra; y el comandante de Personal del Ejército, Hernán Flores Ayala, por el mismo delito. Cabe precisar que el Fiscal Militar Supremo Adjunto, quien solicita mi detención, es el coronel López Márquez, un oficial del Servicio Jurídico nombrado por el Gral. Moncada, a quien le debe subordinación.

C: Se enfrentó usted al mismísimo comandante general del Ejército...

JQ: Es la primera vez que un oficial general, en situación de actividad, denuncia a su propio comandante general por incumplir la ley. Este es un caso atípico, porque nunca se imaginaron que un general probo y de impecables antecedentes, estando en actividad, denuncie a su propio comandante general en Iquitos y en Lima.

C: ¿Cuál es su situación legal-penal y administrativa en estos momentos?

JQ: El 26 de junio apelé la resolución de mi baja del Ejército, cuyo plazo de respuesta de 45 días útiles ya venció el 3 de setiembre del 2013, habiéndome encontrado en ese lapso con tratamiento médico sicológico a cargo de médicos externos, junto con mi familia al haber sido expulsado, de manera abusiva y arbitraria por el Ejército, de mi puesto de trabajo en Iquitos. Estas acusaciones y sanciones fueron orquestadas para favorecer a militares allegados al comandante general del Ejército, Gral. Ricardo Moncada; y al asesor presidencial Adrián Villafuerte. La justicia militar, por el solo hecho de hacer valer mis derechos, me acusa a mí y a mi abogada, Pamela Cutipa, de obstruir continuamente el caso.

C: ¿Desde cuándo lo investigan?

JQ: Vengo siendo investigado por la Fiscalía Militar Policial de Tarapoto desde abril del 2012, a pesar de no haber concluido la investigación administrativa y sin habérseme encontrado responsabilidad alguna. Posteriormente, la Fiscalía Militar de Tarapoto deriva la investigación a la Fiscalía Suprema del fuero militar. Lo correcto es que se remita todo lo actuado a la instancia suprema, una vez concluida la investigación administrativa y determinada la responsabilidad de los imputados.

C: ¿Acepta usted esas pesquisas legales?

JQ: La investigación administrativa, iniciada en octubre del 2011, se encuentra impugnada y deslegitimada por estar contaminada de errores de hecho y de derecho de todo tipo. Sin embargo, fue tomada como base para la investigación fiscal militar, lo cual determina un claro abuso del poder y autoridad así como del derecho.

C: ¿Ha reaccionado legalmente ante esto?

JQ: He denunciado al Gral. Luis Arroyo Sánchez por el delito de abuso de autoridad debido a que de manera arbitraria y abusiva dispuso, en julio pasado, que personal subalterno allane mi oficina, incautando todas mis pertenencias personales, llevándolas a casa de un técnico en la villa de oficiales. Además dispuso que me retiren el vehículo oficial, chofer y servicio doméstico, amenazando a mi familia para que desaloje la vivienda que estaban ocupando, todo esto en mi ausencia.

C: Y ante eso, ¿qué hizo?

JQ: Me vi obligado a recurrir, el 26 de julio del 2013, a la Fiscalía de Prevención del Delito y a la comisaría PNP de Iquitos para que me acompañen al despacho del Gral. Arroyo, para que cumpla la ley. A pesar de ello nunca se me restituyeron mis derechos que, según el mismo comandante general del Ejército, debían haber hecho, asignándome un nuevo puesto el 1 de agosto del 2013.

C:Pero usted también ha denunciado a otros generales.

JQ: También he denunciado ante la Defensoría del Pueblo, la Gobernación de Iquitos y la Fiscalía del Ministerio Público en Lima a los generales Moncada, Aguilar y Flores por haber dispuesto que se me retire del sistema para que no se me paguen mis haberes, se me niegue atención en los centros de salud del Ejército, poniendo en grave riesgo mi salud y la de mi familia.

C: ¿Qué intereses habría detrás de su sanción por la captación de "soldados fantasma" en Tarapoto?

JQ: El principal interés ha sido buscar algún argumento para que no se me ascienda al grado de general de división. Pero al imputarme esta falsa acusación (la de los "soldados fantasma"), no midieron que otros generales sí estaban realmente involucrados y que lo hacían como una práctica más, sin ni siquiera haber dado cuenta de ello como lo hice yo. Lo más grave es que muchos de esos generales han captado soldados sin DNI, a pesar de estar en ciudades donde sí existe el Reniec y no tenían esa necesidad operativa.

C: ¿Específicamente de qué se le acusa?

JQ: De emitir autorizaciones indebidas para captar tropas sin DNI, lo cual es falso, puesto que obtuve la autorización de mi superior en ese momento, el Gral. Urcariégui. También se me acusa de incumplir directivas de la Oficina de Economía del Ejército en el mes de agosto del 2011, cuando recién esas entraron en vigencia en octubre del 2011. Por último, en la resolución de mi pase a retiro, que he apelado, me atribuyen un cargo que nunca antes me había sido notificado. Es preocupante que los órganos de investigación del Ejército interpreten la Ley 29131 de acuerdo a su conveniencia.

C: Se habla también de sospechosos ascensos, ¿hay algo de eso?

JQ: Por otro lado, el caso de los ascensos irregulares donde también estaban involucrados los generales Moncada y Aguilar Vizcarra. Esto ya fue archivado por la justicia militar, fundamentando que toda investigación administrativa se suspende cuando la justicia militar toma conocimiento de ella. La investigación contra mi persona está en las mismas condiciones administrativas y legales que ambas, sin embargo, se dispone que se continúe. Ninguna persona en su sano juicio podría ponerse a derecho ante estos órganos, que demuestran que administran la justicia a su antojo e "interpretan" y no cumplen la ley.

C: ¿Pretende decir que no hay imparcialidad en lo que respecta a su caso?

JQ: Solicité recurrentemente y de manera oportuna que la investigación administrativa se reinicie a cargo de un investigador idóneo. Reclamé y exigí que se sancione a los funcionarios responsables que no solo me sorprendieron a mí, sino también al comandante general del Ejército, Ricardo Moncada; sin embargo, al solicitar audiencia privada con el Gral. Moncada, se me respondió que el fiscal militar había denegado dicha audiencia, evidenciando la intromisión de la justicia militar en el ente administrativo.

C: Pero, ¿reconoce el general Quintana que captó "soldados fantasma"?

JQ: Como en toda organización del Estado, existe un manual de organización y funciones del Ejército. Al inicio y cierre de cada año fiscal, cada funcionario declara sus bienes patrimoniales y firma documentos de compromiso sobre los manejos públicos de dinero del Estado mientras cumpla su función. En los grados de subteniente y de comandante yo ya cumplí esas funciones.

C: ¿Y cómo manejó los fondos del Estado?

JQ: Como comandante general (de Tarapoto) yo no tenía responsabilidad alguna en la recepción o administración de los fondos recibidos del Estado, en razón de que, funcionalmente, existe un oficial de personal, un oficial de tesorero a cargo de las propinas y otros conceptos monetarios, quienes, en el ejercicio de sus funciones, estaban bajo el control directo del coronel jefe del Estado Mayor Administrativo. Además de ello, la brigada cuenta con un coronel inspector, responsable de las acciones de control para la buena marcha de la gran unidad.

C: En todo caso, ¿admite que se captó "soldados fantasma"?

JQ: Cabe mencionar que en la última denuncia propalada por el programa Cuarto Poder, sobre existencia de 3500 soldados sin DNI, se ha captado tropa sin DNI incluso en ciudades donde sí existe el Reniec y agencias del Banco de la Nación. Eso sí es grave. Peor aún, si no están en operaciones, no habría justificación operativa para ello.

C: ¿Es cierto que con su salida se quiere favorecer a un general de la promoción Ollanta?

JQ: Existen dos intereses complementarios del asesor presidencial Adrián Villafuerte. El primero sería favorecer a otros oficiales de su entorno y del entorno de su compañero de promoción, el general Moncada, y en especial a aquellos generales de la promoción del presidente Ollanta Humala, quienes, al haberme dado de baja, todos ellos, en 3 años, cuando culmine su gestión el gobernante actual y el pueblo peruano entre al proceso electoral del 2016 para elegir a su nuevo presidente, pasarían a ocupar estratégicamente las jefaturas de las regiones militares del país y los altos mandos de la institución, incluyendo la Comandancia General del Ejército.

C: ¿Y el otro interés?

JQ: El segundo consistiría en proteger al general Nemesio Ambia Vivanco, también compañero de promoción del presidente Ollanta Humala, quien además de ser muy cercano al Presidente, goza de su entera confianza. Ese general fue el investigador de mi caso, quien también ha sido denunciado por el pago de propinas a tropas fantasma y está siendo procesado por otros motivos graves.

C: ¿Quiere decir que aquí también hay un tema de ascensos?

JQ: Este acto arbitrario contra mí, ha permitido que otros generales de menor rendimiento, y que son parte del grupo social de esta coyuntura política, sean beneficiados. De haberse respetado la meritocracia en los procesos de ascenso del 2011 y 2012, yo estaría ya en mi segundo año de general de división y sería el próximo comandante general del Ejército. Quiero entender, por este accionar del asesor presidencial Villafuerte, que yo no sería un general del perfil que desea tener el Gobierno cuando ya esté en su fase final.

C: ¿Por qué Villafuerte se la habría jurado a usted?

JQ: Alguna razón muy especial deben tener. Yo pertenezco al arma de infantería, soy comando, nunca he sido secretario, edecán ni ayudante de nadie. He llegado a este grado de mi carrera, por méritos propios y netamente militares, no políticos. De llegar a ser comandante general del Ejército, mantendría esa línea: primero mi país, mi Ejército y no me dejaría presionar por intereses políticos.

C: ¿Qué otros generales captaron "soldados fantasma"?

Cabe precisar que en el Ejército actualmente se han detectado más de 3500 "soldados fantasma", y si se multiplica esa cantidad por 6.20 soles de racionamiento por día, por mes y por año, sumando el costo de propinas (en promedio 250 soles) y las prendas que les corresponde, estamos hablando de aproximadamente 10 millones de soles. Por esta suma de dinero debe responder el Gral. Moncada y casi la totalidad de generales al mando de las grandes unidades del Ejército.

C: Si estos cometieron igual falta que usted, ¿por qué no corren la misma suerte?

Se me está tratando de poner como chivo expiatorio por un caso del 2011 cuando fui yo mismo que, en base a un reporte periodístico del 2012, publicado en La Razón, solicité al fiscal de Tarapoto que se abra una investigación y se determine quiénes eran los responsables. Lamentablemente las fiscalías en cada una de las provincias, donde se debe estar investigando a estos generales, hasta la fecha no han hecho nada. Citan a los generales y ellos responden que tienen que pedir esa información a Lima. De esa manera ya están por archivar esas denuncias.