El escándalo político suscitado a raíz del descubrimiento de un resguardo policial en la casa del ex operador 'montesinista' Óscar López Meneses ha dado motivo para que la oposición enseñe los dientes y exija respuestas. Sin embargo, las posibilidades de llegar al fondo en todos los niveles que pudiera abarcar una investigación seria parecen difusas, más aún en el Congreso, donde al cierre de esta edición no se hallaba la fórmula que dé paso a la conformación de un equipo capaz de descubrir quién ordenó la seguridad policial alrededor de López Meneses y por qué.

Es más, incluso fuerzas que suelen votar con el oficialismo, como la bancada AP-Frente Amplio, adelantaron que podría declinar su participación -al igual que PPC-Alianza Para el Gran Cambio- a fin de no verse comprometidas en lo que hasta el momento pinta como una farsa en el Parlamento.

Y mientras los políticos rehúyen sus responsabilidades, las aguas al interior de la Policía Nacional del Perú -PNP- están más que encrespadas. La razón: el tema de los ascensos en la institución se está viendo enrarecido por el caso. Más aún cuando el presidente de la República, Ollanta Humala, reiterara públicamente que el ilegal resguardo a la casa del operador 'montesinista' se debía a una estructura corrupta dentro de la PNP.

A ello se suman las declaraciones del ministro del Interior, Walter Albán, quien asevera que continuará la purga policial que fuera anunciada por su predecesor en el cargo, Wilfredo Pedraza, semanas antes del escándalo que acabó con su permanencia en la cartera. Fotos: K. Mendoza // G. Buiklece

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