A veces, mirar al pasado es la mejor manera de entender las actitudes del presente. En el caso de Gana Perú, partido que cobijó a Nancy Obregón primero como candidata al Congreso y luego como una influyente parlamentaria, es necesario volver la mirada pocos años atrás para conocer al candidato presidencial y hoy mandatario Ollanta Humala frente al narcotráfico, millonario e ilegal negocio que hoy en día amenaza las estructuras del partido oficialista e involucra directamente a Obregón, quien afronta una investigación fiscal por presuntamente integrar una organización dedicada al tráfico ilícito de drogas.

Si bien en estos días el país asiste a la confrontación que el APRA y el fujimorismo han emprendido por este tema contra Gana Perú, y en la que el viejo partido de Alfonso Ugarte ha encontrado la manera de devolver la andanada de golpes contra su líder, el ex presidente Alan García, duramente cuestionado por su responsabilidad política en el tema de los 'Narcoindultos', lo cierto es que la presión sobre el oficialismo, salpicado con las andanzas de Nancy Obregón, está lejos de ceder.

Así, se sabe que la oposición presentará una moción este jueves 8 con el fin de impulsar la conformación de una comisión investigadora que indague el grado de penetración del narcotráfico por parte de Obregón en el Congreso durante su período como legisladora (2006-2011) y cuando se desempeñó, luego, como funcionaria parlamentaria en la presidencia de Daniel Abugattás.

Asimismo, apristas y fujimoristas no ocultan que intentarán rastrear las posibles filtraciones de dinero ilícito en la campaña electoral de Gana Perú.

Para el legislador Mauricio Mulder (APRA), la diferencia entre el 'Humala candidato' y el 'Humala presidente', en temas de narcotráfico, no es muy acentuada. "Ahí no hay Hoja de Ruta ni Gran Transformación", enfatiza. Y añade que la actitud del mandatario ha sido en estos temas, como se dice criollamente, de 'pecho frío'.

HUMALA EN CARRERA (2006). La displicencia mostrada por quien vestía polos rojos en la campaña electoral de 2006 era evidente en los diferentes pactos éticos antidrogas que congregaba a varios de los líderes políticos que estaban en carrera por la presidencia.

En los últimos dos comicios generales, la presencia del hoy mandatario en este tipo de compromisos cívicos brilló por su ausencia, lo que revela su escaso apego a un tema que, en palabras de varios especialistas, es la mayor amenaza contra la institucionalidad del país.

Así por ejemplo, a pocos días de la primera vuelta de 2006, el Foro Ecológico presidido por el biólogo Sandro Chávez organizó un pacto ético denominado "Acuerdos para la reducción de los impactos ambientales de la producción de la coca y otros cultivos destinados al Narcotráfico en el Perú", documento en el que los suscritos mostraban su "absoluto rechazo al narcotráfico".

Allí figuran como adherentes, entre otros, Federico Tong (Unidad Nacional); Carlos Loret de Mola, presidente del Consejo Nacional del Ambiente (Conam); Luis Gamero, de la Red de Acción en Alternativas al uso de Agroquímicos (RAAA/Rapalm); Jorge Ortiz (Frente de Centro) y Danilo Guevara, en representación del APRA. Del lado de Unión Por el Perú (UPP), que iba con Humala, confirmó Julio Salinas, quien nunca llegó. "Aquello los convirtió en el único partido importante ausente", recuerda Tong, quien hoy se desempeña como asesor de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (Unodc).

"(A Humala) se le invitó, pero no contestaron y al final dijeron que no podían mandar a nadie. Parece muy obvio ahora, ¿no?", asevera Sandro Chávez en comunicación con esta revista.

UN NUEVO PLANTÓN: DEVIDA. Si ello había ocurrido en 2006 cuando el líder nacionalista era uno de los favoritos, cuatro años después -en abril de 2010-, meses antes de las elecciones regionales y municipales, y a un año de las presidenciales, la historia volvió a repetirse. Sin embargo, en esta oportunidad Ollanta Humala envió como su representante al acuerdo antidrogas organizado por la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) a la congresista nacionalista Marisol Espinoza.

Aquella mañana en la Casona de la Universidad San Marcos en el Centro de Lima estuvieron presentes varios 'presidenciables' como Yehude Simon (Partido Humanista), Jorge del Castillo (APRA), Humberto Lay (Restauración Nacional) y dirigentes como Fernando Andrade (Perú Posible), entre otros.

"Este pacto ético es un instrumento para no vernos nunca reflejados en espejos como el de México o Colombia", declaraba el entonces presidente de Devida y ex 'zar antidrogas' Rómulo Pizarro Tomassio.

Quizá la ausencia de Humala se debía a que, por esos días, se abría el proceso de investigación por narcotráfico a Fabio Chávez Peralta -esposo de su entonces congresista Nancy Obregón-, hoy en la clandestinidad.

En ese momento y ante la magnitud del escándalo, al nacionalismo no le quedó otra alternativa que separar de manera temporal a Obregón durante el proceso a Chávez Peralta y a algunos de sus familiares. Es más, en el pleno del Congreso se aprobó con 70 votos una moción para conformar una comisión a fin de investigar los presuntos vínculos de la denominada 'Mama coca' con el narcotráfico, pero no hubo mayores hallazgos.

AHORA, ¿QUIÉN PODRÁ DEFENDERLA? Al cierre de esta edición la ex parlamentaria nacionalista permanece recluida en la celda preventiva del Penal de Mujeres de Chorrillos, a donde fue trasladada el sábado 31 de julio luego de permanecer 17 días detenida en la Dinandro y en la carceleta del Poder Judicial.

La contundencia de las pruebas consignadas en el atestado policial de la Dirección Antidrogas (Dirandro) y que esta revista reveló en su edición 117 apuntan a que la situación de Obregón se hace cada vez más comprometida. "Se le ha abierto un proceso penal y de acuerdo al artículo 72 del Código de Procedimiento la jueza a cargo tiene que llevar todas las diligencias que le ha pedido la fiscalía", explica el penalista José Rodríguez Robinson.

Y agrega: "Para que se inicie el juicio oral hay que esperar que termine la instrucción y este ha sido un delito complejo conforme al artículo 202 del Código de Procedimientos Penales por el número de detenidos y la cantidad de pruebas. Así, todo indica que, por lo menos, las pesquisas demorarán un año más".

El letrado enfatiza que la ex parlamentaria "deberá explicar qué significado tienen algunos términos que se han empleado en las conversaciones telefónicas interceptadas con autorización judicial (el uso de palabras en clave) con diferentes personas". Todo indica que la llegada de Nancy Obregón a un juicio oral demandará nueve meses más de investigaciones si es que el plazo de instrucción se amplía tal como se viene solicitando a la jueza. Esto recién comienza.