El poder de las redes sociales en la campaña electoral
El poder de las redes sociales en la campaña electoral

“Ninguna elección política se gana con las redes sociales, pero sin redes sociales no se gana ninguna elección política”, refiere el especialista en derecho digital Erick Iriarte. “Las redes sociales han revolucionado la forma en que los candidatos se comunican con sus posibles votantes”, sostiene el analista político y presidente de la consultora Battleground Solutions, Germán Trejo. “Tener más seguidores no te asegura tener votos. Estas elecciones son políticas, quiere decir que tienen que conocerte primero. Luego conquistar el corazón de las personas y una vez que te quieren, podrán votar por ti. Si no pasa eso, no puedo votar por alguien”, señala el experto en redes sociales y marketing político Alfonso Baella Herrera. “Muchos candidatos usan las redes como espacio para dar una conferencia que además resulta menos costosa que llamar a una conferencia o poner un panel, pero esto no te asegura que gane las elecciones”, precisa a Correo el presidente de la Asociación Civil Transparencia, Gerardo Távara.

LA BOLA DE NIEVE. Viralizar un mensaje polémico u opinión, utilizando las redes sociales, te pone en una vitrina mundial. La facilidad con la que la esfera virtual realza las habilidades o incapacidades de algún político ha organizado grupos -por cada partido político, a quienes se dedican sin horario al marketing político- detrás del candidato presidencial. Las obsesión de los community managers, quienes de la mano de los estrategas políticos trabajan en conjunto la misión de hacer que su líder político logre sentarse en el sillón presidencial, es figurar en el trending topic del Twitter o ser los más “likeados” del Facebook. “Los candidatos sueñan con ser tendencia aunque sea en Twitter. Si miras el trending toppic en Perú, vas a ver que comentarios de ‘Esto es Guerra’ y ‘Combate’ son los que más permanecen. El joven peruano siempre está al tanto de eso, más que de lo que ocurre en la política”, sustenta Alfonso Baella, exasesor en redes sociales de durante la campaña de 2011.

Germán Trejo, experto en asesoría política nacional e internacional, trabajó junto a Barack Obama en los estados Ohio y Florida en los años 2008 y 2012. Pudo ser partícipe del crecimiento virtual de la bola de nieve que se creó en el Twitter gracias a que se humanizó al candidato del partido Demócrata. Pero no solo tener publicaciones y seguidores en internet te asegura ganar. La estrategia de esa campaña electoral fue acercar al representante del pueblo a la gente a través de un mismo lenguaje. La presencia de más del 50% de demócratas que hay en Estados Unidos colocó en la Casa Blanca al primer presidente afroamericano el 4 de noviembre de 2008. Internet ayuda a que puedas convencer al elector indeciso como un votante a tu favor. “Las personas están esperando que les toques el hombro y esa relación de humanización y de contacto directo no se ha producido con ningún candidato”, sostiene el mexicano Germán Trejo.

Otro ejemplo del impacto que las redes ocasionan en las contiendas electorales es el de Juan Manuel Santos y su contrincante Antanas Mockus. Ni la “Mocusfanía” en Twitter logró que este alcanzara el sillón presidencial aquel 7 de agosto de 2010. Ese día llovió. La mayoría de votantes no acudió a las urnas y Mockus perdió.

Según los expertos, en Perú ocurre lo mismo. El poder de las redes sociales puede revertirse cuando el aspirante a ser representante del Estado miente. El caso de , del partido Todos Por el Perú (TPP), es un fenómeno impulsado por las propagandas. Este habría invertido una gran cantidad de dinero para figurar en el mundo virtual durante las últimas dos semanas. Hoy existe el doble de personas conectadas que en las elecciones de 2011. Antes se contaba con siete millones de personas en Facebook, ahora son 15. En Twitter había un millón, esta vez son tres y medio. “En la campaña pasada, fue PPK el que logró impactar mejor sobre una masa de jóvenes que los siguieron en las redes. Hoy esa condición no se está dando”, dice su exasesor en marketing político, Baella Herrera.

“El uso de las redes sociales debe ser fiscalizado por ser un medio de comunicación. Aquí hay una inversión de la que los partidos tienen que dar cuenta. Los spots por los que pagan en YouTube y los comunity managers son un costo que debería ser contabilizado e informado como gasto de campaña a la ONPE”, refuta Távara.

Son 971,410 personas las que siguen en Facebook al candidato de Alianza Para el Progreso (APP), . Él lidera el ranking.