La mesa de comedor del sociólogo Farid Kahhat está llena de libros y revistas. Política, historia y estudios sobre el escenario mundial abarrotan la cotidianeidad de este profesor universitario y experto en temas internacionales. "La Corte puede decir que no siendo el paralelo el límite, tampoco (lo es) la línea equidistante", explica Kahhat. El también miembro de la Comisión Consultiva ad hoc del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre Delimitación Marítima con Chile analiza las posibilidades más probables del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, que el lunes 27 de enero emitirá sentencia.

¿Cuál es el contexto en que llegará este fallo?

Siendo importante el contexto, no creo que el fallo llegue en el mejor de estos. En el caso peruano, uno esperaría que temas que se supone son políticas de Estado estén al frente, pero cuando un ex presidente está preso por crímenes de lesa humanidad y casos de corrupción, y cuando dos ex presidentes están siendo investigados, entonces no tenemos un clima propicio para la unidad nacional. Los principales líderes políticos del país están enfrentados entre sí y con el Gobierno.

¿Y qué pasa en el lado de Chile?

El fallo se va a dar entre dos Gobiernos: uno al que le queda menos de mes y medio de ejercicio y otro que entra. Michelle Bachelet ha dicho que la tónica de respuesta oficial la va a dar el Gobierno saliente, o sea el presidente Sebastián Piñera. Y lo que se especula en Chile es que Piñera tendría la intención de ir a una reelección en los siguientes comicios presidenciales. De ser ese su deseo, probablemente preferiría entregar al Gobierno entrante la responsabilidad de aceptar y ejecutar el fallo. A lo que voy es que no esperaría una actitud de allanamiento y ejecución inmediata del fallo porque, de cualquier manera, probablemente no sea posible, dado que hay cosas que deberán cambiar entre los dos países, como las leyes que establecen las líneas de base y sus respectivas delimitaciones marítimas. Y eso puede tomar tiempo.

Usted menciona intereses activos de los actores políticos. ¿Es un riesgo la politización después del 27 de enero?

Digamos que también hay cosas favorables: en ambos países hay acuerdos entre las diferentes fuerzas políticas por encima de sus discrepancias. Por ejemplo, para que la primera respuesta -una vez leída la carta resolutiva del fallo- sea oficial y no de la oposición u otro. Es muy probable, como es habitual en la Corte, que el fallo sea dividido. Es decir, que no otorgue todo lo exigido a una de las partes. Por ende, es importante quién dé la primera respuesta. Dejar que hable el Gobierno primero y comprometerse a no criticar a este por implementar tarde o temprano el fallo sería también importante. Eso no significa que no haya quien intente hacerlo como el congresista chileno Jorge Tarud, o como lo intente hacer alguien en el Perú. Fotos: Federico Romero

Puedes leer la entrevista completa en la edición 141 de la revista

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