A inicios de 2014, los directivos de la constructora Odebrecht firmaron un acuerdo secreto con la firma Graña y Montero (GyM), por el cual la empresa peruana debía “reconocer” la inversión (pago de coimas) por $60 millones hecha por la firma brasileña con anterioridad.
Dicho acuerdo, según declaraciones de José Graña Miró Quesada ante la fiscal Geovana Mori -versión citada anoche en el programa Cuarto Poder- fue una condición para que la constructora GyM pueda participar del consorcio que ganó el proyecto Gasoducto Sur Peruano que lideró Odebrecht.
“Jorge Barata justificó dicho importe (U$60 millones) en una serie de costos asumidos por ellos, entre los que mencionó el aporte para la campaña de Ollanta Humala (de 2011)”, añadió Graña Miró Quesada.
“De esta manera, en la práctica, Graña y Montero aceptó asumir la parte proporcional de estos costos, que incluían los aportes de campaña realizados por Odebrecht a favor de Ollanta Humala”, dice Graña según cita Cuarto Poder.
José Graña Miró Quesada y Humberto Graña Acuña también relataron a la fiscal que tanto Ollanta Humala como Nadine Heredia, con más firmeza ésta última, rechazaban la participación de GyM con el argumento de que el diario El Comercio tenía una línea crítica frente al régimen.
Según Graña, la animadversión de Nadine cedió tras una reunión en Palacio, encuentro que Heredia ha negado: “No he participado en ninguna reunión que tenga que ver con ningún proyecto de inversión”.