En cuanto tomó la palabra ante el grupo de Constitución, el jefe de la delegación de la Comisión de Venecia, Josep Castella Andreu, subrayó que evitarán inmiscuirse en el debate político local.
Precisó que la opinión consultiva que brindarán se funda en la autoridad que se le reconoce a la Comisión de Venecia. “Estamos sometidos a la crítica jurídica, pero esquivamos afrontar directamente entrar en los debates políticos que le corresponden a ustedes”, dijo.
Sobre la constitucionalidad del proyecto de adelanto de elecciones, remarcó que “esto es competencia de los órganos judiciales nacionales, en este caso del Tribunal Constitucional de Perú”.
Añadió que la contribución de la comisión europea “es más modesta”, como ofrecer criterios y prácticas constitucionales de diversos países democráticos.
Castella y el resto de la delegación se limitaron a escuchar en silencio el exasperado debate de cuatro horas en la Comisión de Constitución.
Mauricio Mulder (APRA) informó a los invitados la existencia de un catálogo de audios que salen a la luz contra los opositores del Gobierno.
A su juicio, la crisis política “es un engañamuchachos. Lo que hay simplemente es una intromisión del Ejecutivo en otros poderes”.
Los fujimoristas Héctor Becerril, Alejandra Aramayo, Luz Salgado y Mario Mantilla pusieron sobre la mesa, reiteradamente, el tema de la prisión de su lideresa Keiko, asegurando que “no existe una acusación contra ella” y que había sido neutralizada para apartarla de la contienda electoral.
Yeni Vilcatoma afirmó que en el Perú los congresistas son víctimas de reglaje y amenazas.
Marisol Espinoza (APP) alertó que por cualquier crisis institucional se pueda recortar el mandato presidencial.
En opinión de Marco Arana (FA), el desmantelamiento de la corrupción dio origen a la actual crisis política y se permitió advertir que la mayoría congresal busca usarla para dilatar el debate sobre el adelanto electoral.
Hernando Cevallos dijo que “estamos cansados de ver cómo se blinda a personajes corruptos”, por lo que tenemos un Congreso desprestigiado.