Desde la solicitud de 36 meses de prisión preventiva, el 8 de agosto pasado, el juez Richard Concepción se tomó 3 meses y 13 días para resolver la solicitud de la Fiscalía. El penalista y jurista Luis Lamas Puccio expresó al respecto su asombro en diálogo con Correo.
“Eso debió ser resuelto en el transcurso de 24 horas; no esperar 3 meses y 13 días. Nunca, que se sepa, en la historia judicial se ha visto tan prolongada una audiencia de prisión preventiva. Y eso tiene que tener una explicación, ¿no?”.
La hipótesis de Lamas Puccio se inclina por eventuales presiones contra el juez Concepción Carhuancho desde las altas esferas del Gobierno.
“Yo no sé si el juez Concepción Carhuancho haya sido objeto de presiones (desde las altas esferas del gobierno) porque, como repito, no es usual que pasen tres meses. En todo caso él tendría que dar las razones por las cuales se prolongó tanto la audiencia de prisión preventiva”, dijo a este diario.
Lamas subraya que durante estos tres meses “la labor del Ejecutivo y el Legislativo han sido bastante activas respecto a modificar las leyes; tanto es así que la Corte Suprema ha tenido que emitir un fallo interpretativo a favor de la nueva ley de crimen organizado”.
A su juicio, la nueva ley de crimen organizado ha tenido impacto en el caso de Nicanor Boluarte.
“Claro que sí -dijo- porque eso en alguna medida debilitaba los elementos de convicción respecto a si se trataba o no de una organización criminal liderada por Nicanor Boluarte”.
En conclusión, “yo Creo que ha sido objeto [el juez] de presión desde las altas esferas del poder, y darle el mayor tiempo posible para que pudiese poner a buen recaudo”.
