La PNP acaba con la toma de San Marcos

Con un numeroso contingente que incluyó la participación de miembros de diferentes unidades, la Policía Nacional del Perú (PNP) recuperó ayer las instalaciones de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), tomada por un grupo de alumnos que se alojaron allí a un sector de los manifestantes que llegaron a la capital para participar en las protestas por la denominada ‘Toma de Lima’.

Esta semana el campus fue tomado por los estudiantes con el objetivo de facilitar el acceso y alojar a las delegaciones de provincias que llegarían a Lima para sumarse a las movilizaciones.

El hecho ocurrió horas después de que las autoridades de la universidad solicitaran la actuación de la Policía ante el robo de equipos y agresiones al personal de seguridad del claustro por un grupo de alumnos y manifestantes al interior del campus. Por ello, los agentes del orden actuaron debido a la flagrancia del delito.

Una vez dentro de la universidad, la Policía detuvo a unas 200 personas que fueron derivadas a la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote) y la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri).

La UNMSM informó también que los manifestantes alojados tenían hasta el jueves al mediodía para retirarse del recinto, plazo que no habían cumplido.

Por la tarde, en un comunicado, el Ministerio Público dijo que entre los intervenidos existen tres personas posiblemente vinculadas al delito de terrorismo, según información policial.

DESPLIEGUE. El desalojo se inició poco antes de las 10 am. cuando un amplio contingente policial llegó de manera sorpresiva hasta los exteriores de la UNMSM. Al lugar se llevó una tanqueta de la PNP, la cual fue utilizada por los agentes para derribar la Puerta No. 3 del recinto, que da acceso a la Facultad de Letras y Ciencias Humanas.

Minutos antes del hecho, la UNMSM había informado que un grupo de manifestantes atacó y robó equipos -la noche anterior- al personal de seguridad que custodiaba el recinto.

“Este grupo de manifestantes se encontraron con el rostro cubierto, redujeron y sustrajeron los equipos de seguridad y chalecos de todos los miembros de seguridad, golpeándolos y botándolos de la Ciudad Universitaria, a esas horas de la noche”, se lee en el comunicado de la Oficina General de Imagen Institucional.

Con el uso de bombas lacrimógenas, los efectivos se abrieron pasó para detener a las decenas de personas que participaron en las marchas y que habían pernoctado en el recinto.

Al respecto, la universidad sostuvo que la Policía “actuó de oficio” en la recuperación de los accesos del campus y que su acción se enmarca en la declaratoria del estado de emergencia nacional establecido por el Gobierno.

La casa de estudios dijo que el grupo que permaneció en el recinto no cumplió con retirarse de las instalaciones el pasado jueves 20 al mediodía, pese al acuerdo establecido en una mesa de diálogo con estudiantes y docentes de la UNMSM.

Asimismo, el viernes por la noche el apoderado judicial de la universidad, Abelardo Rojas, pidió a la Policía que interviniera en el campus frente a los actos de violencia contra miembros de vigilancia.

DETENCIONES. En declaraciones a la prensa, el coordinador de las Fiscalías de Prevención del Delito, Alfonso Barnechea, dijo que en el operativo realizado en la UNMSM se detuvo a más de 200 personas en “una actuación policial abundante”. Indicó que un equipo se apersonó durante la mañana para verificar “la legalidad de los actos”.

Añadió que la universidad tuvo conocimiento de hechos de carácter criminal relacionados con dos eventos: el ingreso no autorizado de personas al ambiente universitario el día viernes y la aparente sustracción de equipos.

“Dentro de ese campo y en un marco de flagrancia según lo referido por la autoridad policial es que se procedió a la intervención. El análisis de esa actuación y la documentación y actas respectivas, ya las va a implementar el fiscal de turno”, señaló.

Las personas intervenidas fueron trasladadas por la PNP a las sedes de la Dircote y la Dirincri. Por la tarde, un grupo de personas se congregó en los exteriores de la Prefectura de la Policía, en el Cercado de Lima, para exigir la liberación de los detenidos.