Cuando Pedro Castillo y su antagonista Keiko Fujimori competían en la segunda vuelta por la Presidencia, un número importante de políticos de izquierda anunciaron su respaldo a la candidatura única del profesor, por significar la opción de cambio para el país.
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Menos de un año después, gran parte de ellos ahora busca distanciarse del electo gobernante para no estar relacionado con sus malas decisiones en la elección de ministros, designación de asesores y supuestos indicios de corrupción en el Gobierno.
LOS QUE SON
La lideresa de Nuevo Perú, Verónika Mendoza, fue una de las primeras personas en apoyar al jefe de Estado. El 6 de mayo pasado, al concluir la primera vuelta, la excongresista sostuvo -en referencia a Castillo- que “cuando se trata de salvar al país (...) tenemos que hacer énfasis en las coincidencias”.
No obstante, producto de la crispación política y la salida de los ministros Pedro Francke (Economía), Anahí Durand (Mujer) y la premier Mirtha Vásquez del Gobierno, Mendoza marcó distancia. El pasado 4 de febrero, por la noche, refirió por sus redes sociales que el Perú se encontró “en un punto en el que no basta un cambio de personas” y que hizo “falta claridad en el rumbo y los objetivos del Gobierno”.
Lo mismo ocurrió con el exministro del Interior Avelino Guillén, miembro del equipo técnico de Castillo en temas de seguridad durante los comicios. En el debate contra su rival Fernando Rospigliosi habló positivamente de lo que podría ser una gestión de Castillo, y hasta explicó las propuestas los primeros meses de gestión: “Restructurar a la Policía, potenciar las unidades de investigación y mejorar la capacitación en escuelas”.
Al no recibir el respaldo del jefe de Estado en el conflicto que lo enfrentó al exjefe de la Policía Javier Gallardo, el también exprocurador renunció al portafolio.
“Esperaba que el presidente de la República respaldara a su ministro, pero prefirió guardar silencio y ponerse de perfil. Ese es un silencio estruendoso, porque dice mucho. Ha dicho una posición de respaldo claro y director al señor comandante general de la Policía”, manifestó Guillén luego.
Similar fue el caso de Pedro Francke. El 29 de mayo de 2021, en una entrevista con un medio local, el exministro de Economía señaló que Castillo quería cambios con los siguientes elementos: cobrar para recuperar impuestos riqueza natural y mejorar la educación.
Pero cuando fue removido del MEF, declaró que el jefe de Estado “entona alguna confianza (sic), pero por lo menos en el tema económico tiene una cierta dificultad en reconocer los más temas a fondo”.
En campaña política, el congresista Edward Málaga se manifestó a favor de Castillo. Incluso dijo que votaría por él debido a que representaba un cambio.
“Su candidatura representa la necesidad impostergable de cambio ante la desigualdad socioeconómica, una ciudadanía con reclamos legítimos que deben ignorarse”, refirió entonces.
No obstante, hace pocos días invitó al jefe de Estado a dar un paso al costado porque existe una larga cadena de designaciones de ministros cuestionados en el Gabinete.
Lo mismo pasó con Anahí Durand. La exministra de la Mujer celebró -durante la segunda vuelta- el compromiso firmado entre Verónika Mendoza y Pedro Castillo, y dijo que desde entonces el trabajo sería “juntos para cerrar el paso a la corrupción y el autoritarismo”.
Pero Durand criticó la recomposición del nuevo Gabinete liderado por el primer ministro Aníbal Torres.
La exparlamentaria Rocío Silva Santisteban también respaldó a Castillo. En la campaña política, exhortó a que toda la izquierda peruana apoyó la candidatura de Castillo frente a la de su antagonista de Fuerza Popular.
Sin embargo, meses después, tras el último mensaje a la Nación del mandatario, la exlegisladora refirió: “Cambio de Gabinete sin autocrítica. Además, Castillo no condena la violencia contra las mujeres de (Héctor) Valer, (Juan) Silva y (José) Gavidia, ni las situaciones confusas de corrupción del supuesto gabinete en la sombra”.
El excongresista Marco Arana, de igual forma, respaldó la postulación de Castillo Terrones. Aunque actualmente se preguntó en sus redes sociales: “¿Habrá salida democrática (en el país), que no traicione esperanzas de cambios de los pueblos con mar picado?”.
José Vega, exparlamentario de Unión por el Perú (UPP) y excandidato al sillón de Pizarro por el mismo partido, también apoyó al hoy presidente.
El 29 de abril del 2021 señaló que su respaldo respondió a “un tema de principios, de historia, y por un tema de nuestros líderes fundadores”. No obstante, en la actualidad su posición es distinta.
“Si él no se siente capacitado y siente que fracasó, no debe dar más ensayos o improvisaciones, creo que se está jugando sus últimas cartas y si falla nuevamente, yo creo que por salud democrática del país, bien daría un paso al costado y renunciando”, manifestó el excongresista.
Finalmente, Yonhy Lescano, también exaspirante a la Presidencia, mostró su respaldo a Castillo cuando salió electo presidente. Incluso, fue a Palacio de Gobierno para felicitar a Castillo.
En dicho lugar le dijo que estaba dispuesto a apoyarlo ya que se necesita “una nueva Constitución”. Sin embargo, ante la crisis política, el exlegislador acciopopulista invocó a Castillo a que “llame a nuevas elecciones”.
ANÁLISIS
Consultado sobre el tema, el analista Henry Rafael sostuvo a este diario que los personajes que apoyaron a Castillo asumieron automáticamente una responsabilidad política en el país, la que “no se borra diciendo: ‘Yo ya no apoyo a tal presidente, porque sacó a un ministro de Estado’”.
Agregó que la mayoría de políticos tocaron en este informe no dijeron nada cuando hubo señalamientos de corrupción o el incumplimiento de la Constitución y, “peor aún, cuando hubo misoginia por parte de miembros del Gabinete”.
“Ahora salen a ser oposición moderada solo porque sacaron a ministros de su entorno. Ese es el estigma con el que se va la izquierda progresista”, manifestó.
Asimismo, pareció que son responsables porque se hicieron pasar como “garantes” de un buen gobierno durante las elecciones.
Consultado por si creía que están asumiendo alguna responsabilidad, respondió que no: “Están tratando de volver a la estrategia de volver a dañar la imagen del Congreso, para que cuando sean dañados, ellos compartan el mismo daño.
PESADA MOCHILA
En opinión del analista político Luis Nunes, los políticos de izquierda que ayudaron a Pedro Castillo a llegar al poder, tienen que asumir la responsabilidad que les corresponde.
“Van a tener que andar con su mochila bien pesada por haber optado por un presidente que en América Latina es una figura incalificable. El ministro de justicia debería dar instrucciones al jefe del INPE para que amplíe la prisión de Barbadillo, porque el presidente Castillo pronto también estará por allá”, pronosticó en diálogo con Correo.
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Nunes agregó que los líderes de la izquierda peruana pensaron que con Pedro Castillo “iban a asumir posiciones protagónicas o que el Gobierno los iba a catapultar como una izquierda valiosa, brillante y con futuro. “Resulta que en estos siete meses hemos visto todo lo contrario. Entonces, ellos, pensando en su propia reputación hacia el futuro, ahora dicen. ‘No, hasta aquí llegamos. Te acompañamos hasta la puerta del cementerio pero no nos vamos a enterrar contigo’. Ahora están marcando distancia”, sentenció.