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Piero Ghezzi se quita el saco y arranca su articulada exposición. Es "acelerado", nos advirtieron sus colaboradores. El ministro de la Producción, economista de 46 años, se ha convertido en una nueva estrella en el gabinete, a fuerza de refrescar con nuevas ideas el debate económico.

El Plan de Diversificación Productiva, propuesta que ha presentado al país y que le ha ganado respeto como líder de la gestión pública, es calificada por él mismo como una ambiciosa apuesta: "Queremos sostener las tasas de crecimiento de largo plazo de la economía y aumentar la generación de empleo formal y de calidad", explica.

El Perú -afirma vehemente- ha venido transformando su canasta exportadora pero de forma moderada. "Si queremos ser un país de ingresos medios a ingresos altos, debemos diversificar la oferta exportadora", sentencia. El plan, asegura, se permite discutir salidas en épocas de vacas flacas toreando además las vacas sagradas del modelo. "Hemos tenido por los buenos años optimismo -que es bueno-, pero también complacencia -que es menos bueno- de que las cosas van irremediablemente hacia el desarrollo económico. Sin embargo, la caída de precios y la desaceleración de la economía nos han recordado que no es un proceso inevitable el desarrollo económico para el país", dice.

¿Qué nos va a permitir la ejecución del plan, a dónde nos podría llevar?

El crecimiento potencial en el mediano plazo, podríamos pensar que 5,5% y 4,5% per cápita. Pero si no se hacen más cosas ahora, esa tendencia puede caer. Los cuellos de botella en educación, salud, seguridad, infraestructura y debilidad institucional tienen un costo de mediano plazo. Diría que el 5,5% con el plan puede añadirle 1,5% al crecimiento, en 15 años crecer en 50% el PBI per cápita. La regulación de sobrecostos puede tener un impacto más inmediato. Pero hay que comenzar a transformar la canasta exportadora, que es más lento, pero como país hay que tomar decisiones cuyos impactos vayan más allá de este gobierno. Me siento contento porque un amplio espectro político del país encuentran este plan balanceado.

Se viene la campaña de 2016, ¿qué tan viable sobre el terreno es este plan?

Incluso en un año electoral, acá nadie pierde. Este es un plan prominero. En la medida que se ataca la desigualdad productiva en la región, deberá haber en el mediano plazo un mejor entorno. Tratemos de evitar el 'cortoplacismo', de hacer solo las cosas que tienen un impacto en dos años. Entonces no hagamos nada. Tenemos que hacer cambios educativos para el futuro y lo mismo es este plan. Todo lo que podamos hacer lo vamos a hacer, aunque no todo lo que queremos hacer lo vamos a hacer. Pero hay que ser ambiciosos. Que no sea algo piloto, tan chiquito que no tenga impacto. Lo menos que quiero hacer es algo anecdótico.

Puedes leer la nota completa en la edición 161 de la revista