PJ de Brasil inicia hoy entrega de las “delaciones premiadas”

El coordinador de la Fiscalía de Lavado de Activos, Rafael Vela Barba, destacó ayer el trabajo que viene realizando la Oficina de Cooperación Internacional del Ministerio Público en la tramitación de las delaciones de los 78 exfuncionarios de Odebrecht, cuyo plazo de entrega empieza hoy para nuestro país y otros siete de la región.

“La Fiscalía tiene un trabajo proactivo que viene realizando cotidianamente. Es responsabilidad del señor fiscal superior Alonso Peña Cabrera, quien está realizando los mayores esfuerzos para que cualquier pedido de cooperación que formulen los diferentes fiscales que tienen investigaciones relacionadas sea atendido en el plazo más breve posible”, refirió Vela Barba.

Hasta ayer, las delaciones de los empresarios brasileños tenían carácter reservado y su entrega a los países implicados en esas confesiones, según la justicia carioca, empezaba hoy 1 de junio. En esta fecha, los documentos se desclasifican para terceros países.

No obstante, según señalaron a Correo fuentes del Ministerio Público, la Fiscalía General de Brasil ha exigido a sus entes homólogos el “máximo sigilo” con estas delaciones, a través de un comunicado enviado a Pablo Sánchez Velarde por Rodrigo Janot.

Es decir, ha solicitado que los documentos, transcripciones, traducciones y videos mantengan una estricta reserva y no sean ventilados públicamente para no afectar a los investigados.

En ese mensaje, Janot le explica además fórmulas y procedimiento a seguir en la entrega de información y le pide nombrar a un representante para las coordinaciones con la Fiscalía General de Brasil.

Este diario supo que iniciado el plazo en el que se rompe la moratoria la Procuraduría de Brasil tramitó ante el Supremo Tribunal Federal toda la documentación correspondiente a casos peruanos.

De otro lado, la base de datos de la empresa Odebrecht fue objeto de un ataque cibernético -un día antes de que se transfiera a ocho países las delaciones premiadas-, el mismo que derivó en la sustracción de una serie de direcciones de correos electrónicos registrados.

Al cierre de esta edición se desconocía el real impacto de la operación dirigida por un grupo de hackers.

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