Por masacre en Soras retienen a senderista Osmán Morote Barrionuevo
Por masacre en Soras retienen a senderista Osmán Morote Barrionuevo

Con desprecio profundo,  llamó “mesnadas” a los campesinos que se atrevieron, en 1983 y 1984, a hacerle frente a los comités armados de  en el sur de Ayacucho.

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Tal osadía, según los esquemas insurreccionales maoísta-leninistas invocados por Abimael Guzmán, se resolvía con la aniquilación en masa de la población civil. La crueldad debía ser ostensible en tanto el objetivo era aterrorizar.

Ni más ni menos así ocurrió en los poblados ayacuchanos de Lucanamarca (provincia de Huancasancos, 3 de abril de 1983) y Soras (provincia de Víctor Fajardo, 16 de julio de 1984).

El “método” utilizado en ambas matanzas colectivas provoca náuseas.

NO SALE. Con relación a la masacre en el distrito de Soras, el Segundo Juzgado Penal Nacional resolvió declarar improcedentes las solicitudes de los cabecillas terroristas  (camarada “Nicolás”) y Margot Liendo Gil (camarada “Nancy”), ambos integrantes de la cúpula de Sendero Luminoso (Comité Central), liderada por Abimael Guzmán Reinoso.

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Ambos líderes terroristas estaban a punto de salir en libertad tras cumplir sus respectivas sentencias, pero ya no podrán hacerlo. Ahora pende sobre ellos un mandato de detención en el proceso que se les sigue por la presunta comisión del delito de terrorismo y asesinato con gran crueldad en agravio del Estado y de un centenar de civiles del distrito de Soras.

FUNDAMENTOS. Según la Segunda Fiscalía Penal Supraprovincial, el procesado Morote Barrionuevo pertenecía al Comité Central del Partido Comunista SL en julio de 1984, cuando ocurrió el genocidio de Soras, tal como lo ha corroborado, según afirma la Fiscalía, el disidente senderista Óscar Ramírez Durand, camarada “Feliciano”.

Si bien fue expulsado años después,el procesado Morote Barrionuevo -dice la resolución del Segundo Juzgado Penal Nacional con fecha 17 de octubre de 2015- estuvo presente al momento de aprobarse el plan (por el Comité Central) dentro del cual se dan los hechos que se investigan, lo cual demuestra su pertenencia al Comité Central, adjuntando para estos efectos la documentación pertinente que acredita ello”.

La Procuraduría Pública Especializada en Delitos de Terrorismo respaldó los argumentos de la Fiscalía y remarcó que no existe la concurrencia de nuevos actos de investigación que cuestionen los requisitos que justificaron el mandato de detención contra Morote y Liendo Gil.

CAMARADA “NANCY”. La defensa técnica de Margot Liendo Gil pretendió sostener que ella no integraba el Comité Central de Sendero Luminoso en julio de 1984, afirmación que fue desmentida por Óscar Ramírez Durand, quien precisó ante las autoridades que la camarada “Nancy” accedió a la máxima instancia de la organización entre 1982 y 1983.

Según la Segunda Fiscalía Penal Nacional, Ramírez Durand reveló además que Margot Liendo Giltambién estuvo en la reunión del Comité Central (de Sendero Luminoso) para dar el golpe a las mesnadas en el caso Lucanamarca del año 1983”.

PELIGRO DE FUGA. La resolución del Segundo Juzgado Penal Nacional concluye que no hay nuevas pruebas que ameriten modificar el mandato preventivo de detención que pende sobre Morote y Liendo Gil.

Asimismo, considera que no se ha desvirtuado el peligro procesal y los vínculos de ambas personas con los ilícitos instruidos.

“En todo caso, resulta probable -señala la resolución- que, de variarse la medida, intente darse a la fuga o se mantenga oculta con la finalidad de eludir la acción de la justicia”.

En síntesis: Osmán Morote Barrionuevo y Margot Liendo Gil continuarán en prisión en tanto prosiga el proceso contra los responsables de la masacre terrorista contra la población de Soras.

Tanto Morote como Liendo son considerados presuntos autores mediatos de la matanza de Soras y son acusados por terrorismo agravado.

El terrorista Víctor Quispe Palomino, actual cabecilla en el Vraem, es señalado como ejecutor material o autor mediato de la matanza. La Fiscalía ha solicitado para Palomino Quispe la pena de cadena perpetua.

CARAVANA MORTAL. La matanza de Soras fue perpetrada por senderistas que, disfrazados de militares y policías, abordaron un ómnibus interprovincial con destino al distrito de Soras. En el trayecto pasaron por más de seis poblados, en cada uno de los cuales fueron asesinando en forma bestial a grupos de civiles. En total, 99. El bus terminó su recorrido en la capital del distrito. Allí aniquilaron a la mayor parte. La población recibía con confianza a los supuestos militares y policías sin sospechar que eran senderistas.

El propósito de Sendero era la venganza, pues en días anteriores unos 25 líderes campesinos de la zona hicieron una alianza para enfrentar a ese grupo terrorista.

MESNADAS. El propio Abimael Guzmán confesó, en la llamada “entrevista del siglo” (diario Marka, 1988), que el Comité Central, presidido por él, acordó la masacre de Lucanamarca (abril de 1983), el mismo modus operandi aplicado en Soras (julio de 1984).

En Lucanamarca, 60 senderistas atacaron a la población y asesinaron a 80 civiles.

La justificación de Abimael Guzmán es elocuente:Frente al uso de mesnadas y la acción militar reaccionaria, respondimos contundentemente con una acción: Lucanamarca, ni ellos ni nosotros la olvidamos, claro, porque ahí vieron una respuesta que no se imaginaron, ahí fueron aniquilados más de 80, eso es lo real”, detalló en esa oportunidad.

“En algunas ocasiones, como en esa, fue la propia Dirección Central la que planificó la acción y dispuso las cosas. Así ha sido”, añadió.

“Pero, insisto -concluye-, ahí lo principal fue hacerles entender que éramos un hueso duro de roer, y que estábamos dispuestos a todo, a todo”.