PPK: El palacio que le esperaría a partir del 28 de julio

Actualizado el 03/07/2016, 12:55 p. m.

Al retomar la Presidencia el 28 de julio de 1980, Fernando Belaunde anunció que no dormiría una sola noche en Palacio de Gobierno mientras no se devuelvan los diarios a sus legítimos dueños. Resuelto el tema, el carismático líder y Violeta, su esposa, se instalaron y vivieron en la Residencia Presidencial todo el quinquenio.

Destinada a resguardar la vida privada del Mandatario y su familia, la Residencia Presidencial -que se sitúa en la zona posterior de Palacio de Gobierno- le pareció a Belaunde bastante afrancesada para su gusto pero cómoda.

En cambio, al próximo inquilino, Pedro Pablo Kuczynski, más inclinado a lo británico, le parece un tanto fría, literalmente, si pensamos en el invierno limeño a puertas. Sin duda resulta grande para una pareja sin niños. Los hijos adultos de PPK viven en el exterior.

El presidente electo y Nancy Lange no han mostrado demasiado entusiasmo por residir allí en forma permanente.

Es casi un hecho que Kuczynski despachará en Palacio de Gobierno, pero al final de cada jornada retornará a su casa en Choquehuanca, San Isidro, a la sombra de la huaca Huallamarca y a unos pasos del Lima Golf Club.

La Constitución no obliga al Jefe del Estado a residir en los aposentos de Palacio. De hecho, salvo Alan García Pérez y Fernando Belaunde, los últimos mandatarios prefirieron residir en sus casas u otras instalaciones.

Fujimori se instaló con su familia en un ambiente de la Comandancia General del Ejército (El Pentagonito) primero y desde 1992 en un cómodo apartamento hecho ad hoc en el Servicio de Inteligencia (SIN) en Las Palmas, Surco. Allí despachó y residió hasta el fin del régimen.

Alejandro Toledo trabajaba en Palacio, pero dormía en su casa de la urbanización Camacho; Ollanta Humala despacha en la Casa de Pizarro y duerme en su inmueble familiar en la urbanización Chama, Surco.

No obstante, la Residencia Presidencial es inmejorable para recibir a las amistades y personas del círculo familiar y social del Jefe de Estado.

Si bien hace parte de Palacio de Gobierno, la Residencia tiene un área autónoma. Es una edificación elegante y espaciosa de dos plantas, con un aire afrancesado del siglo XVIII. En la primera hay un amplio salón de recepciones, una sala pequeña de espera, una piscina y jardines, entre otros ambientes. En la década de los 80 había una pequeña sala de cine.

La planta superior -accesible por escalinatas de mármol y un ascensor- acoge la suite presidencial y una decena de habitaciones, además de un amplio comedor y una cocina equipada como un hotel de primera categoría.

La entrada y salida es por la calle Desamparados, en dirección al río. El tradicional enrejado que permitía a los transeúntes ver los jardines y el frontis debió ser tapiado con planchas metálicas para mayor seguridad de la familia presidencial en el quinquenio de García.

OTROS PALACIOS. En diversos países, como Brasil, Argentina, Uruguay y Venezuela, la sede de gobierno y la residencia del presidente están apartadas en distintos lugares de la ciudad.

Las sedes de gobierno tienen denominaciones similares en casi todos los países, pero algunas suenan poéticas, como el Palacio del Elíseo (de las delicias o el paraíso) de Francia; otras son coloridas: Casa Blanca (EE.UU.), Casa Rosada (Argentina). El Palacio Quemado de Bolivia recuerda un ataque incendiario de 1875.

El de Chile, Palacio de La Moneda, por la función original que tuvo como centro de acuñación de monedas. En Colombia por su primer ilustre propietario: Palacio de Nariño (prócer Antonio Nariño), o Palacio de Carondolet (barón del mismo nombre) en Ecuador.

La denominación oficial de la sede de Gobierno en Perú, Casa de Pizarro, está en desuso. Todos la conocen como Palacio de Gobierno o simplemente Palacio.

BELLEZA NEOBARROCA. Ya el presidente Humala ha iniciado una suerte de trabajo de hormiga para trasladar hacia su casa de Chama enseres y efectos personales desde su despacho en Palacio de Gobierno.

Esta es sin duda una edificación imponente y peculiar en el centro del Damero de Pizarro. Su belleza neobarroca, la inspiración francesa de su fachada, en la que no faltan volutas, esgrafiados, pináculos y balaustres, atraen la mirada de peruanos y extranjeros. Aquí despachará el nuevo presidente.

Era una casa de adobe cuando vivió allí su primer inquilino, el rudimentario Francisco Pizarro. Pasó a ser luego el Palacio Virreinal y fue ganando en decorados y lujos como correspondía a la sede principal de los dominios coloniales del Imperio español en América.

Después de 40 virreyes, tres incendios y cinco terremotos, el Palacio de Gobierno fue reconstruido en 1921 tras un incendio durante el gobierno de Augusto Leguía. En general, la actual apariencia data de 1938.

Los detalles de sus salones y ambientes son muy conocidos.

El más importante y hermoso de los salones de Palacio es el salón Dorado, construido en 1936 con reminiscencias del Palacio de Versalles.

En este salón tomará PPK el juramento respectivo, el 28 de julio, al presidente del Consejo de Ministros y al gabinete en pleno. Lo hará luego de recibir la banda presidencial y juramentar en el Congreso de la República.

En seguida vendrá el tradicional “besamanos”, en realidad un apretón de manos en señal de buenos augurios y parabienes por parte de ministros, congresistas y diplomáticos en el país.

Tal parece que Palacio de Gobierno solo será una oficina de trabajo para Kuczynski, de modo que la afrancesada residencia permanecerá deshabitada la mayor parte del quinquenio.